Luis Rubén Maldonado
Muchos se dijeron sorprendidos, en la semana que concluyó, por la solicitud de
revocación de mandato que una agrupación electorera hizo ante el Instituto Nacional
Electoral. La pregunta es: ¿En serio nadie vio venir la solicitud de revocación de
mandato contra la gobernadora del estado Maru Campos?
Se me hace increíble pensar que ningún asesor de los partidos de la alianza Fuerza y
Corazón por México, que ningún dirigente estatal viera venir con tantas señales
enviadas desde Morena a través de sus voceros como el impresentable ex diputado
local y actual candidato de Morena en la frontera, Pedro Torres Estrada.
Torres Estrada, quien ejerció el periodismo en el pasado reciente, dejó un legado de
ineficiencia, terror y censura hacia las y los periodistas en el Congreso del Estado, hoy
se erige como el máximo vocero, no sólo de López Obrador sino del más nefasto
gobernador que ha tenido Chihuahua, y que ahora dejó de ser panista y que por fin
salió del clóset para adorar sin tapujos a López Obrador.
Pedro Torres Estrada, morenista y corralista a morir, escribió hace más de un año y
medio un texto, donde anunciaba la solicitud de revocación del mandato de la
gobernadora Maru Campos Galván: “Hay quienes dicen que en Chihuahua se están
presentando las condiciones para solicitar la revocación del mandato de la gobernadora
María Eugenia Campos Galván. Yo coincido”, escribió Torres y tras una larga letanía de
insultos contra la mandataria, remata: “Alguien con ese comportamiento demuestra que
no está al nivel del encargo que los chihuahuenses le otorgaron y, en ese sentido, bien
cabe la posibilidad de iniciar un procedimiento de revocación de mandato”.
Las señales se incrementaron después de ese texto. ¿Nadie las vio? ¿Nadie las quiso
ver?
El pasado 10 de abril, una agrupación llamada “Coalición Ciudadana”, hizo entrega de
la petición para la «terminación anticipada» de la gestión de la gobernadora Maru
Campos, sujeta al pronunciamiento de la ciudadanía chihuahuense a través del voto
popular, según dice el texto presentado.
Destacan, además, que la solicitud “no tiene tintes partidistas y busca exclusivamente
el beneficio de la población”. ¡Que risa!
Un modus operandi que conocemos del quinquenio anterior; con toda la firma del
exgobernador antes panista y hoy neomorenista, quien parece ser el coordinador
estatal para la desestabilización y caos de Morena para el estado de Chihuahua, quien
está urgido de una revancha contra Maru Campos.
Este es inicio de una fuerte campaña para golpear a Maru Campos (quien no estará en
la boleta local) con miras al 2027 y que coordina abiertamente su antecesor.
Si en el PRI que dirige Alex Domínguez, el PAN de Don Gabo Díaz o el PRD que
encaceza Noemí Aguilar, en verdad no leyeron las señales enviadas por los
morenistas-corralistas para iniciar la guerra contra Maru Campos, Xóchitl Gálvez si las
leyó y fue contundente en su reciente visita a Chihuahua: Maru, ni Chihuahua están
solas.
Es momento de que las dirigencias estatales sigan la directriz mandada por Xóchitl y
defender a Chihuahua de los embates de Morena y el corralismo que son exactamente
lo mismo.
¿Despertarán las dirigencias estatales de ese letargo?
Habrá que ver.
ESPRESSO COMPOL
No debemos olvidar que un voto por Morena es un voto por el corralismo. Ojo: razone
bien su voto.