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LA PARADOJA DE LA SÁTIRA

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Armando Rocha

La primera ocasión que escuché hablar de “La paradoja de la sátira” fue en uno de los capítulos del podcast Telescopio, en el que el periodista Ricardo López Cordero entrevista a la comediante @manchita. Además de conversar sobre hacer comedia, los límites de la libertad de expresión y la educación católica, hablan del escritor Malcom Gladwell quien argumenta en su propio podcast (Revisionist History) que los comediantes, al ser queridos y respetados, cuando parodian un político, más que ridiculizarlo, lo humanizan, generando el impacto opuesto de lo que pretenden.

Gladwell alude al menos 2 casos: la sátira del comediante británico Harry Enfield sobre Margaret Thatcher, y la parodia de Tina Fey sobre Sarah Palin. Tanto la entrevista de Ricardo López Cordero a Andrea Ortega-Lee, como el último capítulo de la primera temporada del podcast de Gladwell valen la pena escucharlos completos.

La primera se puede escuchar aquí https://spoti.fi/3gpGGcA El segundo acá  https://open.spotify.com/episode/519kQmJWj1CRVSbGwtlTko?si=J8NXNNvxSXSnItkI5_Vszw&dl_branch=1 En torno a este episodio quiero señalar una relación con el caso del comediante regiomontano Marco Polo y el gobernador electo de Nuevo León.

La idea de La sátira de la política no es nueva, ni original de Gladwell. De hecho, el mismo autor canadiense lo reconoce y lo señala en su podcast.

La pionera de este argumento es la Dra. Heather LaMarre, actual profesora del Klein College of Media and Communication de la Universidad de Temple, quien junto con dos colegas más, en 2009 publicó un artículo titulado: “The Irony of Satire” https://democracynow.org/resources/63/263/The_Irony_of_Satire.pdf

Gladwell, en su podcast, inserta un fragmento de la entrevista que David Letterman le hizo a Tina Fey en octubre de 2008, es decir, un mes antes de elección presidencial de aquel año. La entonces actriz y comediante de Saturday Night Live comparte dos anécdotas coincidentes con el caso del comediante mexicano Marco Polo.

1. Tina Fey parodió a la compañera de fórmula de John McCain en buena medida por su parecido físico. La gente a su alrededor se lo decía. Incluso uno de sus hijos, entonces de 11 años, confundía a su mamá cada vez que veía a Sarah Palin en la televisión.

2. La actuación de Tina Fey fue tan efectiva que muchas personas del público (así se lo expresaban a la propia comediante) no distinguían entre la verdadera Palin y la parodia. Aún más, había quienes asumían que Fey respaldaba políticamente a la ex gobernadora de Alaska. La entrevista de Letterman a Tina Fey https://youtu.be/zFhd0bLIHRY

Exactamente, la misma experiencia de Tina Fey con su parodia la vivió Marco Polo al interpretar a su personaje SenaThor durante la elección a gobernador de Nuevo León este año.

Así lo comparte el comediante regio en una entrevista que le realizó el comediante Franco Escamilla en su programa “Tirando bola” (Temp. 5, Ep. 14). En esta entrevista, Marco Polo refiere dos anécdotas similares:

1. La parodia del SenaThor inició por el parecido físico de Marco Polo y su personaje cómico “Juanita Bipolar” con el entonces senador Samuel García.

2. La satirización de Samuel García, por parte de Marco Polo, fue tan exitosa que personas, empresas y medios confundían al personaje real con el ficticio.

Esto lo dice el propio Marco Polo en la entrevista referida https://youtu.be/IGY_I6eSudM

En la entrevista con Franco Escamilla, Marco Polo revela que dejó de producir la parodia en el último tramo del proceso electoral, porque muchas personas asumían que él estaba apoyando al candidato emecista al parodiarlo.

¡Sí, La paradoja de la sátira!

Conclusiones:

1. Al centrarse en las debilidades de los políticos, la sátira consigue el objetivo opuesto de lo que pretende: no los evidencia, los humaniza.

2. Los programas de sátira refuerzan las predisposiciones de las personas más que combatirlas.

3. Los programas de sátira no son vistos como tal por muchas personas, tan es así que terminan confundiendo a los actores con sus parodiados.

4. La sátira es más compleja de lo que se cree. Su contenido no es fácil de decodificar, porque exige cierto nivel de información para interpretarlo y no confundirlo con “la realidad”.

5. Esa interpretación tiene un costo, y ese costo es: la paradoja de la sátira.

@armandorocham

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