Redacción Sentido Común
La delantera Jenni Hermoso volvió a jugar con España este viernes por primera vez desde la final del Mundial de Australia y el escándalo del beso forzado que recibió del expresidente de la Federación Española, Luis Rubiales.
La jugadora del Pachuca mexicano saltó al campo en el minuto 68 por Mariona Caldentey en el encuentro de Liga de Naciones contra Italia, en el que ambas selecciones iban empatadas 0-0.
La vuelta de Hermoso había sido la gran novedad de la lista de la seleccionadora Montse Tomé, después de que esta no contara con la delantera en su primera convocatoria en septiembre pasado alegando querer «protegerla» en plena polémica.
La decisión de la nueva seleccionadora fue, sin embargo, criticada entre otros por la propia Jenni. «¿Protegerme de qué? ¿o de quién?», se preguntó la exjugadora del FC Barcelona o París Saint-Germain tras conocerse la primera lista.
Hermoso se había convertido en protagonista involuntaria de la final del Mundial de Australia que ganó España cuando el entonces presidente de la Federación, Luis Rubiales, le dio un beso en la boca en la entrega de medallas.
Las jugadoras llegaron a un acuerdo con la RFEF y el Consejo Superior de Deportes que ha calmado la vuelta y ha permitido una segunda convocatoria de Tomé más tranquila con la vuelta de Hermoso.
Estamos contentos de tenerla aquí, de haberla visto. Ella tenía ganas de estar. Cuando está en el campo, Jenni es sonrisa. Los entrenamientos lo han completado bien. Está feliz por entrenar y por estar», dijo Tomé el jueves.
España, que ya se impuso en septiembre a Suecia y Suiza, busca lograr una plaza para los Juegos Olímpicos de París llegando a la final de la Liga de Naciones.