spot_imgspot_img
InicioOpinión“DORAR LA PÍLDORA Y DAR ATOLE CON EL DEDO”

“DORAR LA PÍLDORA Y DAR ATOLE CON EL DEDO”

Publicidadspot_img


Daniel Aceves

Expresiones de Nuestro México
DORAR LA PÍLDORA


Dentro de nuestras formas para ejemplificar el disimulo de un daño o un perjuicio, el de enmascarar alguna mala noticia o de obtener algún favor explicando las cosas de una manera menos directa o negativa de lo que es, usamos la expresión “DORAR LA PÍLDORA”, sentencia que tiene su origen en un hecho análogo:
Trasladémonos a los tiempos de las Boticas o droguerías donde las medicinas eran preparadas ahí mismo, con diversas hierbas y minerales, en un espacio rodeado de matraces, botellas de colores, mecheros, pinzas, morteros, filtros, embudos y aquella pócima o producto quedaba tan al natural para ser administrada casi de inmediato con el consiguiente sabor áspero, caústico, amargo que era un suplicio su ingesta.


Es por ello que aquellos boticarios en ausencia de todas las capas entéricas que la industria farmacéutica utiliza ahora para edulcorar un medicamento, se daban a la tarea de poner a las píldoras o tabletas una ligera cantidad de azúcar que puesta al fuego hacían más pasadera la ingesta enmascarando un poco el desagradable sabor interior de la misma.
De ahí la analogía entre la acción del boticario de enmascarar un sabor con la de una persona que trata de disimular un tema importante o comprometedor.


DAR ATOLE CON EL DEDO
El engañar o aprovecharse de una persona prometiendo en vano, o manteniéndola tranquila, confiada o entretenida con base en pequeñas muestras o “probaditas” de algo, le llamamos con la frase muy nuestra de “DAR ATOLE CON EL DEDO”.


De acuerdo a las crónicas prehispánicas sabemos que muchos de los platillos preparados por nuestros antepasados eran teniendo al maíz como su principal ingrediente, y que las tortillas, tamales, elotes asados y atole formaban parte de las principales ofrendas o platillos festivos dedicadas a la Diosa de la fertilidad agrícola.


Pues bien se menciona que cuando el pueblo mexica estaba inquieto por la falta de lluvias y por ende se podría predecir una mala cosecha las autoridades utilizaban como paliativo darles al final de las ceremonias tamales y atole, y así tenerlos tranquilos.
Y para ser más expresivos siendo el atole un líquido viscoso de poca cohesión el pensar dar atole con el dedo es una tarea por demás imposible, ya que prácticamente no se da nada.

Publicidad
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
Related News
Publicidad