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LA PERDICIÓN DE LOS VIDEOJUEGOS
Juan Chávez
Se ha vuelto por demás ordinario o cotidiano ver a los niños con aparatos tecnológicos en sus pequeñas manos, a algunos de ellos hasta les resulta complicado sostenerlos por su tamaño y peso, pero no se rinden los ponen en el mueble, la mesa, la cama o el piso para continuar jugando, y para acabarla los papás en el afán de “ser libres” les compran todo lo necesario para que los video juegos pasen de una simple distracción a una adicción, esa es la vida de hoy.
A diario se habla de violencia, alcoholismo, drogadicción y obesidad pero no nos parece raro que nuestros hijos se aíslen, vivan encerrados en sus cuartos, con sus audífonos siempre puestos o que ni siquiera salgan a convivir, ¿convivir?, pregunta una madre de familia, “y ¿con quién o quiénes va a convivir Mateo?, todos están igual que él, con los ojos secos y los dedos pegados al control ese que les regaló el papá en diciembre”.
Las consolas, móviles o computadoras forman una parte ineludible de la vida y en casi todos los hogares hay estos aparatos. Los videojuegos consumen una gran parte del tiempo, por no decir que la vida completa a millones de niños y adolescentes y aunque anteriormente se tenía contemplado como una adicción sólo para varones, hoy se conoce que también las niñas siguen este desastroso camino.
En diciembre 2017, la Organización Mundial de la Salud incluyó esta adicción a su lista de enfermedades mentales y la denomina, “Trastorno de Juego”. Un adicto cumple varias características entre ellas no controlar el tiempo que pasa jugando, no tomar importancia a jugar, compartir con la familia, amigos y compañeros e incluso olvidar comer o hasta ir al baño.
Pero para muchos padres de familia el ver que sus hijos pasen eternas horas jugando no les llama la atención y por ahí en alguna plática han oído que en la historia existen jugadores que se convierten en millonarios y albergan esa alejada esperanza de que “su niño” sea uno de esos afortunados.
Sin embargo, la factura de vida es muy alta, enfermedades de adultos en niños tales como dolencias en manos, migraña, estrés, vómitos, obesidad, diabetes, alta presión y hasta depresión al vivir en un mundo de fantasía con una completa inactividad física, pero todo esto no lo ven las mamás o papás, menos aún si su edad es muy joven y consideran que no debieron complicarse la vida teniendo un hijo porque aún están en edad de disfrutar de la vida sin responsabilidad alguna.
Hay quienes dicen que las generaciones saludables se acabaron y que quienes actualmente son niños y comienzan la adolescencia serán una generación de enfermos rutinarios debido a la inadecuada alimentación desde los primeros años de vida y la ausencia de ejercicio como anteriormente se desarrollaba en los barrios, donde se juntaban los vecinos y corrían a esconderse, participaban en juegos de béisbol, las tradicionales cascaritas futbolísticas, esos juegos que los de hoy desconocen y que de ponerlos a que lo hagan podrían caer infartados por una falta de costumbre a mover sus cuerpos.
El que los niños de hoy presenten menos complicaciones en la vida depende casi en su totalidad de sus padres, una familia que busque el bienestar de sus hijos cuidará los equilibrios que hay en su vida, porque de antemano señalo que no está negado el que usen o sepan de qué se tratan los videojuegos, pero también las caminatas al parque, un recorrido habitual por el fresco parque La Loma, una visitada a la alberca y hacer uso de ella, hasta juegos de mesa y de destrezas manuales.
No olvidemos que en cada una de nuestras familias estamos forjando el futuro de un estado y reforzando el del país, para más allá de ello, estamos sentando los pilares de una nueva vida. Mándame tus comentarios, dudas y sugerencias a mi Facebook Juan Félix Chávez Flores o a mi correo electrónico juanfechavez@gmail.com