Gerson Hernández Mecalco*
Un rumor o un mensaje falso a través de WhatsApp puede causar la muerte en la India. Recientemente han circulado videos a través de la red socio digital —que cuenta en todo el planeta con 1.500 millones de usuarios activos, que cada día intercambian 65.000 millones de mensajes— sobre supuestos secuestros de niños, y que en los peores casos acaban en linchamientos. Hace unos días el profesor y sociólogo indu Sadanand Dhume se preguntó en The Wall Street Journal; ¿si WhatsApp es responsable de las docenas de asesinatos que recientemente se han registrado en la India?, ¿qué está haciendo WhatsApp para detener la mala publicidad y los ataques por parte del gobierno?, pero mejor vamos por partes:
WhatsApp en la India. La distancia de México a ese país es de 15 mil 093 km. En un avión a una velocidad de 900 km/h se llegaría en no más de 17 horas. En nuestro país ¿cuántas veces se toman como verdaderos los contenidos que se comparten por grupos familiares y amigos de WhatsApp? En la India, esta red socio digital lanzó una campaña para “frenar el contenido viral, educar al público sobre los rumores y comprender el problema de las noticias falsas”. El objetivo es complejo ya que abarca la educación de los usuarios, la aplicación de la ley y el orden público. En otras palabras, “el problema no es WhatsApp”. Tal vez se piense que los únicos que puedan explicar el efecto de los medios de información son los estudiosos de Ciencias de la Comunicación, pero esto no es así, los lectores deben tener conciencia de que la televisión, radio e Internet tienen efectos limitados en las audiencias y no todo es verdad.
Ejemplos. Hace poco, aldeanos de la India mataron a cinco hombres tribales que sospecharon erróneamente de secuestro a niños en Maharashtra. A través de un comunicado, el Ministerio de Electrónica y Tecnología de la Información expresó una «profunda desaprobación» de los «mensajes irresponsables» que circularon y «transmitió en términos inequívocos que WhatsApp debe tomar medidas inmediatas para poner fin a esta amenaza».
Datos duros y medidas. Con al menos 200 millones de usuarios, India es el mayor mercado de WhatsApp. Desde fines de junio, la compañía desplegó medidas para poner un freno a los rumores virales y calmar las críticas de que es insensible a las muertes. Los usuarios ya no observan el botón diseñado para facilitar el reenvío de fotos o videos. Un usuario puede reenviar un mensaje a solo cinco grupos o personas, ahora llevan una etiqueta que indica que pueden no ser confiables. Y WhatsApp tiene administradores de grupos con el poder de evitar que algunos miembros publiquen. La compañía pública avisos de página completa en 10 idiomas indios advirtiendo a las personas que «verifiquen información que parece increíble» y «tengan cuidado con lo que comparten». Una campaña de radio y video cubre un terreno similar. Además, WhatsApp ha destinado 1 millón de dólares para becas académicas de hasta 50 mil dólares para estudiar información errónea en la plataforma, entre otras acciones.
«Queremos ayudar». El portavoz de WhatsApp Carl Woog ha asegurado que “el gobierno y la sociedad civil deben cooperar». El deseo de solucionar el problema es comprensible, si recordamos en que 2014 Facebook adquirió a WhatsApp por 19 mil millones de dólares. Además, con 270 millones de usuarios, India también es el mercado más grande de Facebook. El profesor Sadanand Dhume concluye “que hay una razón por la cual WhatsApp debe preocuparse por las multitudes de linchamiento en India y no en Brasil, México y España y tiene que ver con las tasas de alfabetización, el respeto por la aplicación de la ley y la familiaridad con Internet, entre otras”. Culpar a WhatsApp por la violencia es simplemente un disparate. Ya lo decía Umberto Eco “las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad”.
*Académico y comunicólogo político por la FCPyS-UNAM. @gersonmecalco