Eliseo Luna
Mucha polémica ha generado el tema de la suspensión de la Reforma Educativa con el cambio de gobierno federal, que si se da un paso atrás, que si nunca tuvo orden, que si no era educativa sino laboral, que si la evaluación docente no sirve de nada, que todo va a seguir igual.
Desde mi perspectiva, la reforma educativa solo demostró que el sistema educativo mexicano carece de metas claras, de objetivos alcanzables, en cambio, se compara con estándares de calidad mundiales que a los países europeos les ha tomado décadas alcanzar, y ya sé que me van a decir que por algo se empieza y que tenemos que aspirar a las competencias mundiales, pero esta reforma puso la carreta delante de los caballos, pues fijó los estándares que debemos alcanzar como sistema educativo sin cimentar las bases de la educación, sin tomar en cuenta los contextos y condiciones de millones de escuelas rurales y urbanas que no tienen los materiales necesarios para encaminar a sus estudiantes a llegar a esos objetivos, algunas ni maestros tienen.
Pero supongamos que las instituciones cumplen con lo básico, que un estudiante puede asistir a clases, con sus útiles, libros de texto, que en la escuela tiene donde recibir clases y hay docentes para impartirlas ¿Son los únicos factores necesarios para mejorar la educación? Claramente no. En la educación de los estudiantes intervienen más factores que los que se mencionan y todos tienen una responsabilidad dentro del desarrollo educativo del estudiante y a continuación se describen;
Docentes.
Antes de hablar de la responsabilidad de los docentes, cabe aclarar que esta opinión está enfocada en el nivel medio superior, que es el que conozco.
Los docentes que laboran en el nivel medio superior tienen un rol determinante en el proceso educativo de los estudiantes de bachillerato, ya que es en esta etapa donde las cifras de deserción estudiantil son más altas a nivel nacional. Pero dejando de lado las estadísticas, ¿Cuál es la responsabilidad del docente en la educación media superior? El docente debe estar en constante actualización pedagógica y didáctica, buscando estrategias para involucrar a sus estudiantes en el logro de los objetivos que se plantean en los nuevos programas, debe innovar y adaptar métodos de enseñanza que sus estudiantes sepan aprovechar para que su paso por el bachillerato no sea solo un número del 6 al 10 sino que realmente se adueñe de aprendizajes útiles para su vida profesional o laboral.
¿Lo estamos haciendo?
Familia.
¡Sí! La familia juega un papel importantísimo en la educación de sus hijos, deben ser el principal apoyo en el crecimiento de los adolescentes, el primer pilar de sus carreras, y no solo de la cuestión económica sino emocional, los estudiantes normalmente se acercan a docentes que les generan confianza, o a sus amigos, pero no siempre es la atención que necesitan. Docentes y familia deben crear un vínculo de comunicación y confianza en pro de los estudiantes para que sirva como guía del camino que debe de seguir. Pero rara vez sucede a este nivel, hay más críticas de los familiares a los docentes por las estrategias que utilizan, porque le solicitó algo que no tiene, porque le habló fuerte, porque intenta disciplinarlo, porque lo reprueba, porque mil cosas. Otras veces ni siquiera se conocen.
Estudiantes.
A nadie le debe importar más la educación que a los propios estudiantes, ellos son los que se benefician o no de todo el sistema educativo, si ellos no alcanzan los estándares que se solicitan a nivel internacional, los más perjudicados serán ellos, los estudiantes son los que deben de exprimir todo el conocimiento y aprendizaje de sus docentes, de aprovechar cada herramienta que tengan a su alcance para potenciar sus aprendizajes, de aprovechar cada apoyo que les brinde su familia para que sigan mejorando, los estudiantes son los primeros que se deben de establecer metas a corto y mediano plazo, a los estudiantes son los que nos impulsan a los docentes a seguirnos preparando y capacitando para poder estar al frente de un grupo y no ser rebasados por sus conocimientos y tecnologías, los estudiantes son el principal motor de esta reforma, pero lamentablemente, parece que son a los que menos les interesa.