#ConSentidoComundeMujer
María Esther González Aguilar
“Estamos iniciando una etapa nueva, es un cambio profundo, una transformación; no es un simple cambio de gobierno, es un cambio de régimen. Es el momento de expresar que para nosotros ya se terminó con esa pesadilla. Declaramos formalmente desde Palacio Nacional el fin de la política neoliberal, aparejada esa política con su política económica. Quedan abolidas las dos cosas: el modelo neoliberal y su política económica de pillaje, antipopular y entreguista”
Tras señalar lo anterior, Andrés Manuel López Obrador, planteó once conceptos que serán –se afirma- base para delinear la construcción de una nueva política posneoliberal. En la lista hay conceptos tangibles y viables que con un buen diseño de políticas públicas se puede lograr, sin embargo, otros son de mayor profundidad, cuyo alcance y significado, va más allá de un decreto presidencial, una varita mágica o de un simple plumazo; se trata de valores, cuyo cambio es generacional, difíciles de revertir, que no basta una declaración pública por mucha aceptación o alta popularidad de la que goces. Se requiere de un nuevo orden social.
No es tan fácil como que: anoche me tomé la píldora de AMLO y hoy, o dentro de una semana o un mes –dependerá de la dosis- ya soy respetuoso, honesto, honrado, ético, feliz; confío en todas las personas, grupos e instituciones y gozo de todos los derechos y libertades. Lo deseable sería que fuera real y que bastara ingerir una dosis de valores o que fuera una especie de tarjeta de memoria externa que al colocarse bajo la piel o en el cerebro, de inmediato cambie el chip en los mexicanos y esto sin contemplar otros factores y contextos. Lo que si es viable es que el nuevo modelo siembre para que en más de una década se generen los resultados esperados.
En la declaración presidencial, existen temas que desde el modelo de gobierno se pueden concretar como austeridad republicana, distribución equitativa de la riqueza, crecimiento económico, desarrollo integral, generación de oportunidades, inclusión, política exterior sin intervención, migración, seguridad, así como democracia representativa y participativa. Para el caso de los valores hay que apostar a la educación formal desde preescolar hasta profesional y la familia.
El Presidente, hace lo que ninguno de sus antecesores y que aun cuando gobierna con claro-osbcuros, ambigüedades, contradicciones, dar la impresión de no conocer y tomar decisiones al bote pronto; es diferente, se atreve, sin importar si se topa con pared, vuela a ras de tierra o hasta el infinito con sus ideas, propuestas y declaraciones. Lo que públicamente reclamo a AMLO es que invade mi privacidad, se mete hasta la cocina de mi casa con sus mañaneras y la información que repiten y repiten en todo espacio noticioso. Como dice un clásico ¡Y esto es todos los días! ¡Es cuanto!