Redacción Sentido Común
Largas colas frente a los cajeros automáticos, las gasolineras y las tiendas de comida. Así ha amanecido Kiev la mañana de este jueves tras el ataque de Rusia a la provincia de Donbás y las principales ciudades de Ucrania. Eso es lo primero que ha visto Álex Ricalday, un mexicano de Tamaulipas que lleva dos años viviendo en la capital del país.
Ricalday y su esposa Katerina empacaron una maleta con lo indispensable: su acta de matrimonio, su pasaporte, los papeles más importantes, dinero en efectivo y sus computadoras portátiles. Ivette Rossano, una chihuahuense de 41 años, regresó de Lviv a Kiev hace menos de 24 horas, justo para escuchar cómo silbaban las bombas sobre la capital.
Tovar, oriunda del Estado de Guanajuato, llevaba nueve años viviendo en Ucrania, donde había recalado para huir de la violencia y vivir más tranquila. En Kiev había construido una vida hasta que Rusia declaró la guerra y tomó la decisión hace unos días de abandonar la capital junto a una treintena de mexicanos. “He dejado allí todo: mi casita, mis amigos, porque quería estar a salvo, así que me vine con la Embajada a un hotel”, relata.
Según dio a conocer El País, la embajada tiene localizados a 225 mexicanos, de los cuales 50 han pedido asistencia para salir del país. “En comunicación con nuestra embajada en Kiev. Están bien y reportan seguimiento activado para la protección de las familias mexicanas”, señaló el titular de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard en Twitter.