Redacción Sentido Común
La diputada por el distrito con cabecera en Ixtlán del Río, Marisol Sánchez Navarro, con orígenes en el Partido del Trabajo, a finales de septiembre pasado fue la única que en tribuna parlamentaria se refirió a lo ocurrido el 2 de octubre de 1968. Y mejor hubiera sido evitarlo. No dudamos de su preparación, pero en esta ocasión, como dicen quienes les saben, le fallaron los asesores.
Primero en un discurso donde los lugares comunes no faltaron, segundo, errando en el numeral del aniversario, ella dijo 40 cuando es 49 (incluso en el documento que leyó se puede ver otra cifra en números romanos: “XLIV”). Y tercero, en su petición:
“Yo vengo a esta tribuna a referirme a ese acontecimiento para sumarme a la demanda histórica de que se cree una comisión de la verdad, que esté encaminada al esclarecimiento de los hechos, a solicitar que se abran los expedientes, los archivos nacionales, particularmente de la Secretaría de la Defensa Nacional, para saber en realidad qué fue lo que pasó y por qué razones se actuó criminalmente como ocurrió en esa ocasión. Creo que esta es una demanda legítima, que resulta saludable para la vida política del país, y por ello la suscribo”.
Complicado por decir lo menos que luego de casi 50 años se genere lo que solicita ella. Se agradece haber sido la única en el recinto en recordar la fecha pero sobre todo el acontecimiento, sin embargo se sugiere para la otra apretar a los asesores y así mejorar las propuestas y peticiones para que cuando se suba a la máxima tribuna se eviten malas experiencias.
Por supuesto que no tuvo mucho eco por parte de la Legislatura.
