Rafael G. Vargas Pasaye
En el futbol existe un movimiento dentro de la cancha que se llama “jalar la marca” y este sucede cuando un jugador lleva el balón y los demás corren en una dirección un poco alejada de él con la intención de que los rivales los persigan para que quien lleva el balón tenga mayor comodidad para la siguiente jugada o para que de plano continúe solo, enfrente al guardameta y, en el caso ideal, anotar el tanto.
En la arena política los integrantes del gabinete deberían ser quienes “jalan la marca” de los ataques o críticas al Gobernante en turno, pero no siempre es así, pongamos por caso Nayarit.
En los albores del primer año de administración, el Gobierno de Antonio Echevarría García ha hecho algunas modificaciones en la forma de gobernar que dista de sus antecesores: menos mediático, y con un discurso de victimización culpando al pasado, sin embargo en el ánimo social ya no entusiasma esa arenga, pues si no va acompañado de hechos o de trabajo simplemente pierde el efecto deseado.
A dos inmuebles le ha cambiado el nombre, el que era Auditorio de la Gente (en referencia a la marca del Gobierno de la Gente de la pasada administración) ahora se llama Expoauditorio Amado Nervo (con una atractiva fachada que espera gustosa más eventos pues ha habido muy pocos en estos meses), la Arena Cora (llamada así desde su inauguración en la recta final de la administración del Gobernador Ney González, ahora se llama “Nicolás Álvarez Ortega”, siendo este el nombre que tenía el que fue derruido por ese mismo exgobernante en avenida Insurgentes; y el programa social más exitoso en el periodo sandovalista llamado PROSA ahora lleva por nombre ABC, se entrega en plazas públicas (ya no en domicilios, lo que significaba un gasto menos en los bolsillos de las familias beneficiadas) y con reducción en la cantidad de productos.
Al inicio llamó la atención la sobriedad de sus colores, siendo un tono plata que se convirtió en gris en muy poco tiempo, con los inconvenientes que conlleva en las aplicaciones diversas (los diseñadores saben que en fondos claros no funciona del todo bien), salvo en el programa estrella del DIF, el citado ABC, que curiosamente es a todo color contrastando con el resto de la administración.
Los movimientos en el equipo del Gobernador también han sido constantes, desde el DIF, Secretaría particular, Comunicación Social, la Secretaria de Educación (quien sería candidata al Senado de su partido el PAN, pero en un error de los asesores no previeron revisar su documentación y al no contar con la credencial de elector quedaba sin poder ser elegible, incluso más de uno pensó que bajo esa lógica tampoco votó por el Gobernador, bueno, en sí por nadie).
Le siguieron los relevos en la Contraloría (cargo concursado por la UAN), los SEPEN (que ahora despacha en la Secretaría General de Gobierno), Secretaría de Turismo, INIFE, Tránsito, Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, SEDERMA, logística, Rectoría de la UT de Bahía de Banderas (también cargo concursado en la UAN)…
Siendo uno de los más recientes el de Jorge Aníbal Montenegro (hijo del líder priista del sindicato de la educación local, Liberato Montenegro) quien dejó la Secretaría General de Gobierno para irse precisamente al mundo de las patadas, al futbol, ahora como socio y directivo de los Coras del Deportivo Tepic en la Liga de Ascenso del balompié mexicano (equipo que se mantiene con una mezcla de recursos públicos y privados).
Ninguno de ellos ha merecido un comentario del mandatario en redes sociales, como tampoco ninguno de ellos entendió lo que era jalar la marca, quitarle los golpes mediáticos, meter el pecho en situaciones adversas, poner el pase para que el Gobernador solamente metiera el gol y se llevara los aplausos (y no mandara mensajes en Facebook a su gabinete como lo hizo con una frase de Benito Juárez).
Justo es decir que a Echevarría García se le nota entusiasmo y voluntad, hace lo posible por anotar no sólo uno sino varios, muchos goles en esta complicada cancha que le tocó, con un gobierno federal en transición, con un fenómeno electoral que no favoreció a los partidos que lo abanderaron a la gubernatura; pero pese a ello tiene tres años por delante en los cuales su trabajo será su carta de presentación.
Los funcionarios que quedan deben aprender de lo sucedido estos meses y jalar la marca, de lo contrario correrán la suerte de los demás compañeros. Sin embargo, deben saber que no sólo es cuestión de cambios de personas en los cargos, también debe existir una revolución de actitud, de personalidad, de mensaje y de comunicación, porque como dice la experta argentina Adriana Amado: “No se puede comunicar bien lo que se gobierna mal”.
@rvargaspasaye