Vladimir Tello
La madrugada del 29 de julio de 2022 decenas de patrullas transitaban por la avenida México de la capital de Nayarit hacia su destino: el Mercado Z. Larios. La diferencia es que las camionetas policiales no encendieron el sonido de las sirenas, ni las luces rojas y azules que avisaban su llegada. El plan era demoler el inmueble en el silencio, en el anonimato y la obscuridad antes del amanecer.
Poco a poco fueron llegando los comerciantes dueños de los negocios que estaban por derribar. Los locatarios imploraban justicia con amparos en la mano; entre la incertidumbre, tristeza y resignación, los policías acordonaron el área y bajo la lluvia las máquinas comenzaron a demoler uno a uno los negocios. Ahí desde el antiguo puente peatonal de la plaza Mololoa y desde el otro lado de la calle, las familias observaban la caída de sus historias ahora en forma de escombros.
Los cuerpos policiales formaron vallas humanas para impedir el ingreso y la manifestación. Daban la espalda a las maquinas, como evitando ser testigos de un claro abuso del poder. Los uniformes azules eran un camuflaje en la obscuridad de esas horas, hasta que poco a poco el sol los comenzó a delatar y la opinión pública empezó a murmurar. La policía que nunca estuvo para combatir la delincuencia ese día se hizo presente para defender a las máquinas y el proceso de destrucción.
En los escombros también quedaron enterradas las promesas y la palabra del presidente de la república y del gobernador. Las suspensiones provisionales y definitivas otorgadas por los jueces federales poco importaron frente al negocio millonario de la inversión y la licitación.
El argumento de la destrucción fue el proteger la seguridad de un eminente socavón, pero hoy ese suelo sostiene los cientos de toneladas de estructuras de concreto y metal; las ruinas del mercado fueron observadas por una famosa tienda departamental construida sobre un manantial: en el capitalismo el poder económico define el rumbo de la justicia social.
A un año de aquella cobarde demolición, la lucha y resistencia persiste en los tribunales y juzgados federales.
Ese día, 29 de julio de 2022, por esa misma avenida, frente a palacio de gobierno fueron las votaciones para elegir a los consejeros nacionales del partido político que llegó al poder con la promesa de nunca traicionar al pueblo y que nada ni nadie estaría por encima de la ley…