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Discursos y otros tips para la reelección

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Luis Rubén Maldonado Alvídrez

Esta séptima parte del manual para buscar la reelección trata sobre un tema muy necesario para quienes serán candidatas o candidatos: el discurso.
Y usualmente, dicha palabra viene relacionada con un adjetivo: aburrido.
La oratoria es la herramienta más antigua de la comunicación política, su uso data desde los griegos, además de que ha sido muy estudiada por los clásicos y las generaciones recientes. El discurso político tiene que modernizarse de acuerdo con los tiempos en que vivimos, donde el consumo de información es más inmediato e íntimo.
En antaño el discurso de un candidato o candidata podía ser más estático y monotemático, hoy en día eso no es funcional. El discurso político moderno tiene que ser dinámico, claro, cercano y breve; además de poner en la agenda los temas que al candidato o candidata le interesan.
Un buen discurso sigue siendo una herramienta poderosa. Ya sea en radio, televisión o en videos en las distintas redes sociales.
Un buen discurso debe tener los elementos enlistados líneas arriba, pero además incluir lo siguiente: sencillez en sus conceptos, rico en argumentos y lo suficientemente seductor para llamar la atención del votante.
Nada llega por arte de magia. El buen discurso es resultado de un buen trabajo en equipo y metodología. Discursos de campaña hay miles, pero para llamar la atención en estos tiempos de la hiperinformación, se debe dedicar tiempo a la planeación y diseño de este, además de incluir fuertes dosis de creatividad. Si pretende hacer un discurso que pase desapercibido, hágalo a base de ocurrencias y verá los desastrosos resultados.
Es importante que se sepa que esa conjunción tan armónica y efectiva no sucede por casualidad. Un resultado así tiene detrás un trabajo inteligente, entre otros, de diseño.
Así que ahí va el un consejo: hay que dedicar ingenio y tiempo a la construcción de los mensajes que armarán el discurso, si pretendes que tu discurso no sea uno más y se sostenga solo en equilibrio.
Algo importante que candidatas y candidatos olvidan es que no sólo importan la correcta selección de palabras, es fundamental la manera en que esas palabras deben decirse frente al público.
Se pueden tener las palabras correctas, el modo creativo e innovador para decirlo, pero si la vestimenta no es adecuada para el público al que se va a dirigir, se perderá mucha efectividad a la hora de pararte frente a ellos.
Más del 80% del impacto es visual. La mayoría de los votantes esperan que un candidato o candidata comunique liderazgo, con su vestimenta y su lenguaje corporal. Desgraciadamente, es a lo que menos le prestan atención quienes aspiran a reconquistar al electorado de un municipio, distrito o sindicatura.
Los ciudadanos están cada vez más alejados de la política y mucho tiene ver la forma anquilosada en la que los políticos se comunican; el lenguaje sencillo alejado de términos complicados o técnicos, acompañado de brevedad, son elementos básicos para lograr un discurso político efectivo.
El mejor rollo, en pocas palabras, es aquel fácil de entender, que dure poco y que sea lo suficiente atractivo como para permanecer en la mente del electorado como elemento de decisión a la hora de votar.
El proceso electoral se ha adelantado de manera informal, serán meses de mucha actividad antes de las campañas formales para diversos puestos de elección popular. Muchos de los que pronto serán candidatos o candidatas andan vagando en el espectro electoral sin rumbo. No saben por donde empezar. Da igual si compiten para ser alcaldes, diputados locales, federales, senadores u ocupar una sindicatura.
Traen un razomiento anquilosado y prehistórico en la forma de visualizar una campaña política. Viven en un pasado de glorias extintas. Se niegan a entender que el mundo ha cambiado. Que el siglo XX quedó atrás y que la información se consume a cada instante. Que la campaña genera información a cada segundo y ese segundo le puede dar la vuelta a todo el escenario previamente configurado.
Quienes buscan la reelección, y aún no saben a dónde van y cómo le harán para llegar a su destino, aún es tiempo de preparar su estrategia.
No importa el partido, pero la gran mayoría de los candidatos o candidatas, ven con desdén a las encuestas, quizás por una miopía política o mera ignorancia. El primer paso para poder trazar una estrategia es precisamente la investigación. Es cierto, una buena encuesta, es costosa. Si. Pero, es la mejor inversión que puede hacer un candidato. Sin embargo, la gran mayoría cometen el error de percibir a las encuestas como oráculos o adivinos.
Una buena investigación da mejores posibilidades de ser competitivos a la hora de enfrentar a nuestros adversarios.
Otro punto es aterrizar al funcionario o funcionaria que busca la reelección en la realidad.
Quienes buscan la reelección y se sienten funcionarios perfectos e invencibles andan volando muy lejos de la realidad. Hay que aterrizarlos en ella, para que conozcan con objetividad, cuál es su lugar en el escenario político. No hay mejor herramienta que la verdad, la cual desgraciadamente no les gusta a los candidatos y candidatas, cuando está alejada de lo que ellos creen.
Un aspecto importante son los números. Hay que evaluar las tendencias de participación electoral, así como el comportamiento del voto duro, blando, adverso e indeciso. Además de agregar las variables de edad, sexo, nivel socioeconómico, entre otros demográficos relevantes.
Para los políticos tradicionales, los medios de comunicación son un mal necesario. No les gusta estar bajo el escrutinio público. Cosa increíble en tiempos de las redes sociales. Hay que hacer un buen análisis de medios de comunicación, para conocer, no sólo su tendencia, el tratamiento que le dan a los mensajes propios y de los demás candidatos. Un análisis de redes sociales es aparte.
Un serio análisis FODA puede ser la diferencia entre victoria y derrota. Hecho con seriedad, por profesionales, no por los amigos o compadres que nunca le encontrarán amenazas o debilidades al candidato. Es un ejercicio sano y necesario.
Estos son sólo algunos pasos previos para poder iniciar a desarrollar la estrategia, especialmente, en el ámbito híper local como un distrito o una alcaldía. Esto permitirá tener un diagnóstico para que el candidato sepa donde está parado y hacia donde puede transitar a su objetivo final que esl a victoria.
Con simulación, mentiras, lluvia de halagos, exceso de generales y escasez en la tropa, la derrota es prácticamente segura.
Quienes aspiran a la reelección no deben perder el tiempo en pequeñeces. Tienen que tener mucho trabajo realizado hasta hoy. De lo contrario: ¡a trabajar ya! Que el tiempo es corto y los votos están en la calle.

Este manual continuará.

ESPRESSO COMPOL
Los partidos de oposición a Morena han anunciado una especie de elecciones primarias para definir candidato o candidata presidencial. Es la apuesta para alcanzar a Morena, que parece va muy adelantado en la agenda pública.

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