.:ULTIMALETRA ES IMAGEN:.
Luis Rubén Maldonado Alvídrez
Cuando usted escucha la palabra “discurso” usualmente viene relacionada con un adjetivo: aburrido. Y con una actividad: la política.
La oratoria es la herramienta más anitgua de la comunicación política, su uso data desde los griegos, además de que ha sido muy estudiada por los clásicos y las generaciones recientes. El discurso político tiene que modernizarse de acuerdo con los tiempos en que vivimos, donde el consumo de información es más inmediato e íntimo.
En antaño el discurso de un política podía ser más estático y monotemático, hoy en día eso no es funcional. El discurso político moderno tiene que ser dinámico, claro, cercano y breve; además de poner en la agenda los temas que al candidato o candidata le interesan.
Un buen discurso sigue siendo una herramienta poderosa. Ya sea en radio, televisión o en videos en Facebook.
Un buen discurso debe tener los elementos enlistados líneas arriba, pero además incluir lo siguiente: sencillez en sus conceptos, rico en argumentos y lo suficientemente sexy para llamar la atención del votante. .
Nada llega por arte de magia. El buen discurso es resultado de un buen trabajo en equipo y metodología. Discursos de campaña hay miles, pero para llamar la atención en estos tiempos de la hiperinformación, se debe dedicar tiempo a la planeación y diseño del mismo, además de incluir fuertes dosis de creatividad. Si pretende hacer un discurso que pase desapercibido, hágalo a base de ocurrencias y verá los desastrosos resultados.
Debes saber que esa conjunción tan armónica y efectiva no sucede por casualidad. Un resultado así tiene detrás un trabajo ingente, entre otros, de diseño. Así que ahí va el primer consejo: hay que dedicar ingenio y tiempo a la construcción de los mensajes que armarán tu discurso, si pretendes que tu discurso no sea uno más y se sostenga solo en equilibrio.
Algo importante que candidatas y candidatos olvidan es que no sólo importan la correcta selección de palabras, es fundamental la manera en que esas palabras deben decirse frente al público.
Puedes tener las palabras correctas, el modo creativo e innovador para decirlo pero si tu vestimenta no es adecuada para el público al que te vas a dirigir, vas a perder mucha efectividad a la hora de pararte frente a ellos.
Más del 80% del impacto es visual. La mayoría de los votantes esperan que un candidato comunique liderazgo, con su vestimenta y su lenguaje corporal. Desgraciadamente, es a lo que menos le prestan atención quienes aspiran a conquistar al electorado de un municipio, distrito o estado.
Los ciudadanos están cada vez más alejados de la política y mucho tiene ver la forma anquilosada en la que los políticos se comunican; el lenguaje sencillo alejado de términos complicados o técnicos, acompañado de brevedad, son elementos básicos para lograr un discurso político efectivo.
El mejor rollo, en pocas palabras, es aquel fácil de entender, que dure poco y que sea lo suficiente atractivo como para permanecer en la mente del electorado como elemento de decisión a la hora de votar.
ULTIMALETRA
Quiero aprovechar este espacio para mostrar mi solidaridad con mis buenos amigos Gustavo y Gigi O’Reilly Ferreiro, cuyo padre se nos adelantó en el camino en días pasados. Mis oraciones y solidaridad con ustedes y sus familias.
luisruben@plandevuelo.mx
