Redacción Sentido Común
Al descender del avión de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), en el que salió de Israel en misión de rescate, Herminia Cedano, originaria de Michoacán, se hincó para besar el suelo mexicano, por la emoción del regreso.
“Esa emoción de bajarme, de besar primeramente el suelo mexicano. Sí, lo besé por la emoción de haber regresado, de haber regresado aquí, de haber regresado a México”, comentó la mujer, quien viajó a Tierra Santa en una peregrinación, junto con otras 50 personas.
El avión 737-800, matrícula 3528, de la FAM aterrizó a las 19:05 en la pista de la Base Aérea Militar (BAM) número 1, de Santa Lucía, en el Estado de México, luego de 22 horas de vuelo, procedente del Aeropuerto Internacional David Ben Gurion, en la ciudad de Tel Aviv.
Pasaron unos minutos y a las 19:27 horas apareció en la puerta Herminia Cedano, con su maleta de mano, bajó uno a uno los escalones y, al llegar al pie de la escalera, hizo a un lado su maleta y se hincó a besar el suelo.
Fiel católica, realizó por primera ocasión un viaje a Israel para conocer los lugares por donde estuvo Jesús, y la guerra llegó cuando se encontraba en el Monte de los Olivos.
La impresión, donde nos agarró fue en el Monte de los Olivos, en Getsemaní, donde Jesucristo lloró y derramó sangre, ahí fue; estábamos en una misa, en una hora santa, de cuando salimos nos dieron la noticia de que estábamos en guerra, y yo nunca me imaginé que nos iba a agarrar eso allá”, comentó Cedano.
Herminia viajó sólo con sus amigos y compañeros del grupo que realizó la peregrinación, personas de la tercera edad y adultos, procedentes de Sinaloa, Nayarit y Michoacán.
La SRE informó que familias completas, madres con hijas o hijos, personas mayores o con algún padecimiento, niñas y niños, entre otros, integraron el primer vuelo de la Fuerza Aérea Mexicana de la @SEDENAmx que coordinó la @SRE_mx, para repatriar con seguridad a los primeros mexicanos y mexicanas desde la zona de Israel y Palestina. ¡Ya están en casa!