#ConSentidoComundeMujer
María Esther González Aguilar
Hay decisiones del presidente Andrés Manuel López Obrador que provocan sacudidas nacionales y reacciones encontradas en el sociedad, pero que en el fondo visualizo, tienen otros propósitos: el control y adoctrinamiento de los mexicanos hacia su proyecto de nación y que este se convierta en el nuevo sistema de gobierno para permanecer en el tiempo, bajo la marca 4T, slogan del aún amorfo modelo, sin embargo, si es claro que un primer paso es cambiar el ´chip´ mental a los mexicanos.
AMLO, per se, ya pasó a la historia, pero de lo que se trata, es la prevalencia de un modelo que se aplique por generaciones de tal forma que las futuras sociedades solo tengan recuerdos. ¿Tendrá éxito? ¿Alcanzará el sexenio? ¿Hasta cuando? ¿Cuál será el costo-beneficio social, político y económico? ¿Promoverá un nueva Constitucíon? ¿Prepara ya a alguien para su continuidad?… son temas con muchas aristas, harto complejas, delicadas y riesgosas pero dependerá en buena parte de los resultados, de alinear sectores, de sus aliados estratégicosy el grado de cohesion para un modelo de gobierno que –al menos en estos primeros tres meses- es una mezcla de socialismo-democracia-dictadura-autoritarismo-capitalismo-neoliberalismo.
López Obrador sabe que es su momento y ha sembrando la semilla de la 4T, teniendo como caldo de cultivo el hartazgo social por tantos casos de abusos, impunidad, corrupción, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, factores que allanaron su llegada a Palacio Nacional pero que al mismo tiempo serán las variables con las que tendrá o no éxito en su proyecto de nación marca 4T; existen riesgos, algunos peligrosos para la estabilidad y gobernabilidad nacional, todo dependerá de que tanto el presidente estire la cuerda, porque si la estira mucho se puede romper.
Un ejemplo que sustenta mi hipótesis, es la decisión presidencial de no transferir recursos del presupuesto a ninguna organización social, sindical, civil o de movimientos ciudadanos. Oficialmente se dice que tiene el propósito de terminar con la intermediación que ha originado discrecionalidad, opacidad y corrupción; que los apoyos para el bienestar del pueblo se entregarán de manera directa. Es una evidencia clara pero ambigua, sobre todo en su operación. Agregar la estructura paralela que se construye al amparo del lopezobradorismo en sectores obrero, campesino, sindical, partidista, político-electoral, etc.
AMLO, aún goza del bono democrático, los altos porcentajes de aceptación así lo confirman, la primera prueba de fuego será en las elecciones intermedias del 2021, que todo indica le alcanzará para conseguir resultados que le favorezcan, habrá también que esperar como reaccionan y actúan los intereses –dentro y fuera del país- contrarios al proyecto. El fondo pues, está lleno de formas. ¡Es cuanto!
