Rafael G. Vargas Pasaye
Para registrase y ser candidata o candidato en el proceso electoral que ya arrancó en Nayarit se debe cumplir con una serie de requisitos, pero para este se suma uno nuevo, el del comprobante de no deudor alimentario. Aplica tanto para hombre como para mujeres. El trámite se realiza en el Registro Civil del Gobierno estatal, se requiere llevar la credencial del INE y un acta de nacimiento, el costo es de $398.00 pesos, dura tres días hábiles el trámite.
Para la elección del año entrante se tienen en disputa 20 alcaldías, 20 sindicaturas, 18 diputaciones locales, y 140 regidurías por mayoría. Hay que sumar 12 diputaciones y 60 regidores plurinominales, y en estas listas varía el número de candidaturas dependiendo de cada fuerza política electoral y sus alcances.
Pensemos en estos 270 espacios en disputa, cada uno va con su titular y su suplente, resultando 540 personas que tendrán que tramitar su comprobante de no deudor alimentario para cumplir con los requisitos. Esto multipliquémoslo por ejemplo por tres suponiendo que irían por un lado la coalición de Morena, Partido del Trabajo y Verde (quizá se sumen Fuerza por México, Nueva Alianza Nayarit y hasta Levántate por Nayarit), así como la alianza de los Partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y de la Revolución Democrática; una tercera opción sería Movimiento Ciudadano, y dejemos sin definir a Redes Sociales Progresistas que sumaría una cuarta candidatura en cada espacio.
Si multiplicamos los 540 espacios por las tres opciones suma 1,620, esa cifra debemos multiplicarla por los $398 pesos, resultando una cantidad de $644 mil 760 pesos. Nada despreciable en época de recortes y de necesidad de flujo.
Esta carta comprobante de no ser deudor alimentario ya la solicitan en diferentes espacios para ingresar a laborar, así como también para contraer matrimonio por la vía civil, pero el año entrante tendrá ese ingrediente especial de que para una candidatura se requiere. La pregunta es, ¿qué hacer o a dónde destinar este recurso?
Más de seiscientos mil de pesos que, en esencia deberían de ser dirigidos, y es sugerencia, hacia propósitos que tengan que ver con su naturaleza, esto es, al apoyo de personas que lo requieran en cuanto a la necesidad de alimentación para sus hijos.
Sea a una institución de gobierno, a una asociación civil, a una combinación, pero ese recurso que no lo tenía presupuestado el gobierno estatal no debería ir por ejemplo a los gastos o deudas de los mismos partidos, o a obras de concreto, sino a esa necesidad real que existe del vacío que dejan las y los deudores alimentarios. Tal vez la propuesta deba venir de algún integrante de la legislatura local. La pelota ahora está en su cancha.
@rvargaspasaye
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