Rafael G. Vargas Pasaye
La construcción de un nuevo estadio de béisbol en la capital de Nayarit ha revivido un añejo debate, y con él un espíritu beisbolero que pocas plazas tienen. El inmueble fue anunciado por el Gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero en su conferencia de prensa semanal el 18 de abril, noticia que tuvo alcance nacional.
El nuevo estadio contemplaba levantarse en donde estuvo el antiguo Estadio Municipal de Béisbol demolido en el sexenio de Ney González (2005-2011), un espacio que ha sido objeto de diversas disputas, sobre todo cuando se intentó vender en la administración de Roberto Sandoval (2011-2017), ocasionando la reacción de un sector de la sociedad que a manera de protesta plantó diversos árboles en la zona, y lo nombraron “Parque de la Dignidad”, nombre con el que hasta la fecha se le conoce.
Desde el primer momento del anuncio hecho por el gobernador Navarro Quintero, un grupo identificado como protectores del medio ambiente y que habían participado también cuando se intentó vender el terreno, protestaron señalando que la obra no tenía que ser allí precisamente.
En un acto poco habitual entre la clase gobernante, Navarro Quintero el 21 de abril recibió y escuchó a las personas que se oponían no a la construcción del nuevo estadio de béisbol, sino a la edificación en ese lugar. Al término de dicha reunión el mandatario anunció que seguiría la construcción del inmueble pero que cambiará su lugar siendo éste anunciado en la inmediata conferencia de prensa el lunes 25 del mismo mes, cuando señaló que Santa Teresita sería el lugar elegido.
El mandatario escribió en sus redes el día de la reunión que la suya buscaba ser “una administración democrática y de puertas abiertas, que escuche a todas las voces de una sociedad diversa y madura como la nayarita”. Aspectos que nadie pone en tela de juicio pero que vale la pena detallar.
Es un hecho que Nayarit necesita el estadio de béisbol para que tenga un nuevo impulso ese espíritu deportivo que ya se inculca en muchos niños y niñas que lo practican. Se requiere para que asistan los aficionados que viajan a Mazatlán a ver a los Venados o a Guadalajara a ver a los Charros o ahora a los Mariachis de Jalisco.
Seguro que también irán al nuevo estadio los villamelones, lo cual no está mal, le darán color, generarán flujo de efectivo, harán que se llene el estadio en play offs, comprarán souvenirs de los equipos, y hasta subirán fotos a redes sociales como lo hacen por igual que en restaurantes, conciertos, paisajes y otros deportes.
Se requiere para darle un nuevo impulso a la identidad que tiene Nayarit con el béisbol, se necesita para que el espíritu deportivo que tiene el nayarita encuentre más motivos de alegría que no se consolidan en otros deportes con otros equipos como los tantos Coras en el balompié por ejemplo.
Es necesario para alimentar más el sentido de pertenencia y de orgullo que tiene la tierra nayarita. Y echar a andar la maquinaria de los recuerdos, o como lo dijo el pelotero de los Yankees de Nueva York, Derek Jeter: “Mi oficina se encuentra en el estadio de los Yankees. Sí, los sueños se hacen realidad”.
Más de algún nostálgico contará sus historias de los viejos estadios nayaritas, pero ahora también construirá los nuevos en este parque, la nostalgia ayuda a sembrar identidades, pues de las cosas más emocionantes del mundo es ver un estadio lleno y gritar de alegría, además, como decía el mítico Joe DiMaggio: “Jugué lo mejor que pude todos los días. Nunca sabes cuándo alguien puede estar viéndote jugar por primera vez.”
La Liga Mexicana de Béisbol contempla actualmente como el estadio de menor tamaño el Francisco Villa de Generales de Durango cuya capacidad es de 4 mil 983, teniendo del lado opuesto a los Alfredo Harp Helú de Diablos Rojos de México con capacidad de poco más de 20 mil aficionados, y el estadio Monterrey de los Sultanes, donde caben 22 mil espectadores.
Mientras que la Liga del Pacífico tiene como el de menor capacidad al Kuroda Park casa de los Algodoneros de Guasave con más de 10 mil aficionados, y el de mayor el de Tomateros de Culiacán con 20 mil espacios disponibles para la afición.
En el caso del nuevo estadio en Nayarit, ahora anunciado en Santa Teresita como señaló el mandatario local, tendrá una capacidad para 8 mil espectadores, cifra interesante si se compara con inmuebles en la capital nayarita como la anterior Arena Cora hoy llamado Nicolás Álvarez Ortega, o el Auditorio Amado Nervo donde en cada uno pueden convivir 12 mil espectadores.
Lo importante es que estamos en la antesala de un inmueble que generará otros sueños, y quizá nos lleven a ver en el diamante a un nuevo Germán Jiménez o a vivir momentos como el receinte en la Serie Mundial con Víctor González.
Por eso se necesita y será muy bienvenido el nuevo Estado de Béisbol en Tepic, Nayarit, porque es más que un estadio de béisbol de lo que estamos hablando.
@rvargaspasaye
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