Rafael G. Vargas Pasaye
Norma Liliana Galván Meza llevará las riendas de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) para el periodo 2022-2028, y los retos que tiene por delante seguramente le harán estar alerta 24 horas al día, pero sin perder la pasión por la academia y la familia, bastiones que le dan un toque original a su andar.
Sin dejar de lado el gran reto que representa el tema económico con las distintas deudas que tiene la máxima casa de estudios del estado, Galván Meza no centra, y hace bien, todo su discurso en ese rubro, el cual desde minutos posteriores a su toma de protesta tuvieron eco en el ejecutivo estatal, qué mejor manera de demostrar el verdadero apoyo que con hechos, y el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, en ese instante destinó 25 millones de pesos para minorar una de las deudas de la UAN.
Los nombramientos de su equipo de trabajo han ganado buenos comentarios en el respetable tanto adentro como afuera del campus, también hay que dar el beneficio de la duda para los cuadros que son menos conocidos, y como siempre, el irremediable paso del tiempo pondrá a cada quien en su lugar.
¿Qué se espera de esta administración? De entrada que sea una que dé la cara a la comunidad y a la sociedad, una mayor comunicación con todos los sectores, una representante de un ente vivo que debe ser incubadora de conocimiento, propuestas, alternativas, no nada más como proveedor de un salario, sino como una esencia de comunidad, que fue, a final de cuentas lo que promovió en campaña Galván Meza.
¿Qué se le exigirá a la Rectora? De lo básico para arriba en dinámicas distintas, es obvio que los parámetros actuales son el referente, pero no basta con superarlos sino sostenerlos, sacar a la UAN no nada más del bache económico, sino también de imagen con la que cuenta, y que se vuelva un referente a nivel regional. No es menor el reto, pero tampoco es poca la capacidad que existe.
¿Qué debe entonces hacer la Rectora? Lo que mejor sabe hacer: equipo, comunidad, cambiar lo negativo en la narrativa para darle un rostro positivo, el que llevó por lema “Con la UAN sí”, y que ahora debe tomar un rumbo definido que atraviese multidisciplinariamente por las variantes académica, administrativa, deportiva, cultural, mediática, social, entre otras.
Los cambios vienen con la narrativa misma de la obviedad, el cargo de Rectora no existe, deberá cambiarse en los estatutos, para que la esencia tenga validez. Incluso apenas en días recientes los títulos de la Universidad se empezaron a imprimir con la palabra “Licenciada” porque no se estilaba.
Y también le vienen clases intensivas a la Rectora de política interna y externa, un ámbito en el que pronto también demostrará su capacidad, pues como eterna estudiante-profesora, nunca deja de aprender. Se le vienen pues buenas cosas a la UAN. Y esa es buena noticia. Porque si le va bien a la UAN le va bien a todo Nayarit.
@rvargaspasaye
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