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POLÍTICAS PÚBLICAS INVENTADAS: LA AGRESIÓN A LOS ORGANISMOS AUTÓNOMOS

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José Enrique Rodríguez Oceguera.

Eugene Bardach, uno de los grandes teóricos de las políticas públicas, indica en su libro más conocido Los ocho pasos para el análisis de políticas públicas (M.A. Porrúa-CIDE, 1998) que tomar decisiones va más allá de nuestras creencias o preconceptos. ¿Esto qué significa? Que es legítimo, desde luego, que una política pública tome tal o cual color o tendencia, según sea el partido gobernante, pero que antes de tomar una decisión, esta se debe pensar en todas sus consecuencias, no debe ser lo primero que se nos viene a la mente o lo que dogmáticamente creamos. Se debe tomar en cuenta que una autoridad gobierna para todos, no solo para el grupo ganador y, en la medida de lo posible, debe integrar elementos de los elementos disgregantes al poder.

En los años noventa del siglo pasado se pensó de esta forma al crear los organismos autónomos. Se pensó, con tino, que las políticas públicas debían ser transexenales, ajenas a caprichos o ideologías extremas. Que las decisiones debían ser tomadas por expertos y funcionarios designados por el mérito y no por ser amigo de tal o cual político.

En México, ejemplos de organismos constitucionales autónomos son: el Banco de México (BANXICO); el Instituto Nacional Electoral (INE); el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información (INEGI); el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL); la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Existen, también, otros organismos de segunda generación o auxiliares que, si bien es cierto, en lo formal dependen de alguna entidad mayor, en los hechos tienen facultades también autónomas. Ejemplos: la Comisión Reguladora de Energía (CRE); la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER); la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) y, así, podemos seguir la lista.

Sin embargo, todo este logro colectivo está en peligro. El Ejecutivo, desde su tribuna de todas las mañanas hacer sorna de su existencia, pero no sólo eso, violenta en los hechos su trabajo y razón de ser. Es muy probable que poco a poco se de el desmantelamiento total de los organismos autónomos y volvamos al esquema donde se coloca a los amigos y a los amigos de los amigos en puestos decisorios, sin importar su trayectoria, conocimientos, historial o ética profesional.

Ante este panorama, vale la pena revisar las tesis que el catedrático de la UNAM, Fernando Serrano Magallón -basado en Manuel García Pelayo- expone para explicarnos lo que son los organismos autónomos desde el punto de vista legal, los cuales, cito: “No son agentes, comisionados, partes integrantes o subórganos de otros órganos, sino que cada uno de ellos es supremo in suo ordine, lo que en una estructura racionalizada del Estado quiere decir que son jurídicamente independientes de los demás órganos en el ejercicio de las competencias que le han sido asignadas por el orden constitucional” (Biblioteca Jurídica Virtual UNAM, 2014, p.11).

Un elemento adicional en defensa de los organismos autónomos es que, se entiende, son apolíticos. Es decir, independientemente del partido en el poder, se tiene la garantía que el orden constitucional seguirá, no solo en lo formal, sino en las mejores manos.

Retomo, por último, el concepto de estructura racionalizada del Estado. Desde la teoría clásica de la Administración Pública o de la Teoría del Estado, se ha sugerido siempre que quien actúa con toda la legalidad y formalidad, no lo hace con un cuerpo improvisado, sino que busca a los elementos que puedan y tengan la capacidad para hacer las cosas lo mejor posible y en pro del bien colectivo.

Esto que está en las leyes mexicanos y en el sentido común, es lo que está en juego. Todos los días hay noticias de ataques a esta racionalidad, vía nombramientos de personajes sin currículum alguno para el área en que van a ser incorporados o amenazas a la autonomía de cualquier organismo que ose hacer bien su trabajo. Lo cual incluye, a las universidades, que están igual en la mira por el solo error de pensar libremente y cuestionen cualquier decisión de quienes se sienten iluminados junto con el pueblo sabio.

Maestro en Políticas Públicas por el ITAM.

@jerodriguezo

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