#ConSentidoComundeMujer
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Anécdota periodistica María Esther González Aguilar
En la década de los 90´s, la cita para muchos aficionados a los deportes en Tepic fueron –entre otros- dos icónicos lugares: el olímpico Nicolás Álvarez Ortega para los seguidores del equipo de futbol “Coras” y el estadio de béisbol entonces sede de “Cafeteros de Tepic”; ambos espacios, ya no existen por la decisión del entonces gobernador Ney Manuel González Sánchez, que de un “plumazo” desapareció no solo los emblemáticos inmuebles sino toda una tradición y me atrevo a afirmar que tal decisión le “pegó” al orgullo, la identidad y el sentido de pertenencia por nuestra ciudad.
Sirva lo anterior como preámbulo de esta simpática anécdota: comunicadores en activo, cada quince días, asistíamos a los juegos del equipo “Coras”, unos para narrar, otros para realizar entrevistas pues se daban cita lo mismo que funcionarios que políticos y otras fuentes informativas, pero los más, para disfrutar el partido de futbol. Karol Aguirre –fallecido- tenía un estilo peculiar para escribir y aunque siempre firmó sus notas periodísticas con ese nombre, al morir, nos informaron que otro era su identidad legal y que era originario de Sinaloa; pero resalto su despreocupada e intencional personalidad que se caracterizaba –cuando así lo consideraba estratégico para él- por hacer movimientos femeninos, que de esa forma enviaba el mensaje de tener cierta preferencia.
Estar en el estadio era una fiesta; música, porras, gritos, saludar a los amigos en fin! un día a finales del sexenio del gobernador Celso Humberto Delgado Ramírez, Karol Aguirre, con su inseparable libreta de apuntes y la “pachita” bajo el brazo, se colocó en la parte más alta de la zona de “sombra”; medio “mareado” por el contenido de la “pachita”, empezó a bajar los escalones, brincaba uno, se paraba y con sus peculiares e intencionales movimientos femeninos, lanzaba besos para todas direcciones; esta escena, provocaba abiertas carcajadas y desde luego gritos del público de toda naturaleza para el comunicador, desde el ahora condenable ehhh p… o el clásico fiu fiu o hasta vamos Karol, vamos! y así hasta llegar a la parte más baja de la tribuna.
En esa ocasión, el periodista se topó con un elemento de seguridad, que estoico, cuidaba el orden de la zona y contenía a los aficionados que querían entrar al campo de juego; al ver al serio uniformado, Karol, se hizo el chistoso y al ver que el elemento no reaccionó y siguiendo con sus femeninos movimientos, con la mano le envió un beso; la inesperada acción, volvió a provocar las risas y carcajadas de los asistentes, pero a quien descontroló fue al policía municipal que nervioso, inquieto –por la presencia de autoridades- se movía ligeramente sin saber qué hacer, pero lo que sin duda alguna lo que menos esperó fue escuchar la frase del comunicador “a ti no…a tu macana”. Karol se refería al beso enviado momentos antes que no dudo hizo enrojecer al guardián de orden. Ésta es solo una de la incontables anécdotas entre el gremio periodístico de Nayarit.
