Daniel Aceves
Otra de las expresiones coloquiales de nuestro país es cuando decimos que algo no nos va a hacer ningún daño, o que no tendrá efecto nocivo, lo cambiamos por: me hace “Lo que el viento a Juárez”.
Pues bien tal vez todos en México sabemos que se refiere a la figura del Benemérito de las Américas Don Benito Pablo Juárez García quien fue Presidente de México de 1858 a 1872, correspondiéndole la defensa del país contra la segunda invasión francesa; pero, ¿por qué esta frase tan particular?
La referencia nos remite a dos situaciones de donde puede derivarse esta frase:
La primera se remonta a la infancia del prócer, allá en su Guelatao Oaxaca, donde narran las crónicas que siendo niño le gustaba ir de pesca con sus amigos en una pequeña lancha; ocurre que una ocasión estando ya la embarcación un tanto alejada de tierra firme, inició una fuerte tormenta, por lo que los amiguitos temiendo que la barca se volcase se echaron al agua y nadaron a la orilla, el único que permaneció en ella fue Benito, que ante los gritos de sus amigos que desde la arena le gritaban y temían por él, manteniéndose incólume durante el vendaval. Después de este hecho la noticia se corrió por el pueblo que contaba esta singular hazaña.
La segunda y más conocida es relacionada a que en todos los grabados o imágenes donde aparece el Benemérito, este siempre es representado escrupulosamente acicalado, conservando un tradicional corte de cabello, y esta expresión se potencializa en la imagen realizada en 1972 ( en el centenario de su deceso) por el muralista Antonio González Orozco, titulado “Juárez símbolo de la República contra la Intervención francesa” y que de 1992 al 2009 fue la portada del Libro de Texto Gratuito para alumnos de quinto año con un tiraje de 42 millones de ejemplares, en el, se ve a un Benito Juárez vestido de frac afrontando los barruntos de una tormenta y enarbolando la bandera nacional que ondea por la fuerza del feroz viento, pero manteniendo siempre un escrupuloso y firme peinado, que le hace “ lo que el viento a Juárez”.
Por cierto en la fronteriza Ciudad Juárez que lleva su nombre en honor de quien el 14 de agosto de 1865 estableció ahí la sede del Gobierno Nacional; hay un monumento mandado construir por Porfirio Díaz e inaugurado el 16 de septiembre de 1910 donde al final de una gran columna está la estatua de Juárez con la Bandera en la mano izquierda y la derecha apuntando con un índice flamígero, dicen mis paisanos que señala a hacia la salida de la ciudad, para advertir cuál es el camino de todo aquél que no esté agusto o haga daño a la ciudad, algunos dicen que señala hacia el Cerro de las Campanas.
