Rafael G. Vargas Pasaye
En sus redes sociales personales la Rectora de la Universidad Autónoma de Nayarit, Dra. Norma Liliana Galván Meza plasmó junto a una fotografía una breve narración que conlleva toda una historia llena de elementos que quienes han pasado por esos lares ubican a la perfección:
“Hoy me tocó atestiguar una escena muy emotiva, de las que siento que reflejan la contribución que la universidad hace a la sociedad. Esta foto de una hija orgullosa con su padre y el título universitario, enmarca el resultado del esfuerzo de una familia que depositó su confianza en nosotros para formar una Médica Cirujana.
Además tuve el gusto de compartir su momento convirtiéndome en su fotógrafa y capturar su orgullo universitario ¡Muchas gracias a ambos!
Más tarde, un compañero universitario me envió esta foto que capturó al ir pasando por el puente peatonal ¡Por más historias como estas!
EstoEsLaUAN”
En lo personal la foto me parece genuina, espontánea, creíble y además afortunada, comprendo la voracidad de a quienes puede incomodar la misma gráfica, pero quizá no se dan la oportunidad de ver lo que a kilómetros algunos apreciamos, por ejemplo que en Galván Meza reconocemos a alguien que no es de poses sino de pasos firmes.
A una mujer que le tiene sin cuidado el maquillaje, los escoltas o la marca de bolsa y sí se ocupa de la formación y el humanismo. Además es alguien que transmite la pasión por lo que hace de corazón y no ya por el compromiso temporal por un cargo.
En ella es perfectamente notorio que cuando se hacen bien las cosas, el destino se lo dice de diversas formas. Y para muestra basta el botón de la foto que hoy nos convoca y que alcanzó un grado de viralidad al menos en la entidad nayarita.
El huracán de noticias sobre las finanzas o procesos contra exrectores o liderazgos sindicales no dañan la imagen de la Rectora Norma Galván, quien -de nuevo refiero a la fotografía descrita- toma bocanadas de oxígeno cada día, gana terreno, confianza y puntos con la sociedad, al hacer lo que le toca y un poco más, esto es hacer su trabajo y hacerlo de la mejor manera poniendo buena cara y no ya como otros que les gana la estridencia.
Apenas tomó protesta a mediados del año pasado, se enfila a su primer informe, le tocará el arranque del proceso sucesorio nacional en el 24 y de media administración navarrista en el estado, y será, desde Rectoría, pero también en cada campus que tiene a lo largo y ancho de la entidad la universidad, una voz necesaria en medio del murmullo de la grilla barata de algunas personalidades que ya empiezan a levantar la mano para algún cargo de elección próxima.
Ello sin olvidar la labor que comienza de forma directa con la sociedad, con padres de familia, con otros sectores que habían sentido lejanía de la institución, pero que ahora encuentran una interlocutora que escucha, que sabe, que le entra a los retos, y sobre todo, que cada ataque que recibe la fortalece.
En todo momento coyuntural se requieren voces firmes, con cabeza fría, con conocimiento de la realidad, con valores familiares sólidos, con frescura en el actuar, que se atrevan a tomar una fotografía con un celular a una recién egresada que es orgullo de su señor padre, y que espera que esas acciones se contagien. De eso se trata cuando hablamos de comunidad, de fortalecer los lazos sociales. Quizá por eso mismo incomode a algunos la figura de la Rectora.
@rvargaspasaye
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