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IPN. El 2022 no es el 2014

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Rafael Vargas Pasaye

Arturo Reyes Sandoval, Director General del Instituto Politécnico Nacional (IPN) enfrenta en la actualidad no sólo los problemas típicos y tradicionales de una institución de educación superior a fin de año, esto es temas presupuestales, sino que también ha tenido que enfrentar con inteligencia y cabeza fría a quienes han querido detonar un movimiento similar al de 2014.

Y es que basta hacer un ejercicio rápido de memoria para recordar como en ese año quedó acéfala la segunda institución de educación superior más grande del país. Y de entrada la verdad de Perogrullo: nada tiene que ver lo de ahora con aquellos días, ni el contexto nacional, ni mucho menos la cabeza de la institución

Por ejemplo, en 2014 la entonces directora Yoloxóchitl Bustamante (la primera, y hasta el momento única mujer en dirigir al Politécnico) cometió errores notorios. De entrada, desconoció a los integrantes del movimiento estudiantil como parte de la comunidad politécnica: “es un movimiento externo”, dijo. Esta declaración pública provocó el aglutinamiento de los estudiantes, quienes la desconocieron como interlocutora válida y salieron a las calles rumbo a la Secretaría de Gobernación, donde Miguel Ángel Osorio Chong, les otorgó lo que su Directora les escatimó: legitimidad. Hay que recordar que el inquilino de Bucareli estaba en la pasarela para ser presidenciable.

Además, Bustamante nunca dio la cara a la comunidad estudiantil; y en cambio, sí dio entrevistas periodísticas, una a Adriana Pérez Cañedo en el mismo Canal Once del IPN, en la que se ufanaba de no usar redes sociales, y otra a Carmen Aristegui, en un tono claramente de enfado, donde desconoció públicamente al movimiento estudiantil.

La entonces directora nunca entendió la nueva realidad política, social, cultural y digital del IPN. No aprendió nada del movimiento estudiantil del 99 en la UNAM, ni del origen del movimiento #YoSoy132 surgido en la Ibero: el primero provocado por un capricho del Rector Francisco Barnes de Castro, y el segundo generado por el equipo del entonces candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, que llamó porros a los estudiantes de esa universidad privada.

En contraste, al día siguiente de recibir el Pliego Petitorio general, el 13 de septiembre de este 2022, lo primero que hizo el Director General del IPN, Arturo Reyes Sandoval, fue dar la cara a los estudiantes, reconocer su condición de politécnicos así como la legitimidad de sus demandas.

Reyes Sandoval sí aprendió de la historia de los movimientos estudiantiles. Y aunque sus críticos han querido sembrar dudas sobre su capacidad y estilo de liderazgo, estas no han tenido eco, incluso ya el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha salido a defender al director y a la institución en la conferencia mañanera.

A dos meses y medio del cierre de la primera escuela y del punto más alto del paro (18 escuelas cerradas en total), hoy el Instituto Politécnico Nacional se enfila a la reapertura de prácticamente todos sus planteles, pues de las 72 unidades académicas, 64 están en actividades normales, y restan por reabrir ocho.

En los hechos, Arturo Reyes Sandoval les ha demostrado a propios y extraños, que un investigador de primer nivel no solo tiene habilidades intelectuales y académicas, sino también administrativas y políticas.

En 2014, a Yoloxóchitl Bustamante le bastaron 20 días para generar caos e inestabilidad; en 2022, a Arturo Reyes le han bastado 50, para demostrar que en el IPN hay futuro y viabilidad. Definitivamente, el 2022 no es el 2014. Y qué bueno por el Poli.

@rvargaspasaye
www.consentidocomun.mx

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