Dr. Abel Ortiz Prado
Desde el 2016 el Congreso de la Unión aprobó una reforma Constitucional para desvincular el salario mínimo como unidad de cuenta, base, medida o referencia económica en leyes federales, estatales y de la CDMEX, creando una nueva unidad de cuenta denominada UMA, con el propósito de establecer políticas de recuperación del poder adquisitivo de los salarios mínimos, resarciendo gradualmente la pérdida acumulada de más del 70% por más de 30 años. En consecuencia de lo anterior, se le otorgó al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la facultad de establecer el valor de la UMA, tomando como base la inflación, a través del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Cabe señalar que ya desde 1995 luego de la crisis financiera mas severa registrada en nuestro país se había creado la Unidad de Inversión “UDI” bajo la misma metodología, lo que sugiere que no había necesidad de crear esta nueva figura. En su año de nacimiento, la UMA tuvo un valor inicial de $ 73.04 exactamente igual al SMG de ese momento. Para el 2022 la UMA ha alcanzado un valor de $ 96.22 registrando un crecimiento del 31.74% mientras que el Salario Mínimo alcanza los $ 173.84, y con ello un crecimiento del 136.68% reflejando ya una importante recuperación sin que aún repercutiera ésta de manera significativa en los precios al consumidor final.
Al 15 de Noviembre del 2022 la inflación anual alcanzó el 8.14%, porcentaje que es el más alto en los últimos 9 años después de que durante el mismo periodo del 2013 este indicador registrara una tasa ligeramente menor al 4.0%, en un escenario contagiado por eventos geopolíticos como la guerra de ucrania, escasez de materias primas y los consecuentes efectos de la pandemia del Covid-19. En este complejo escenario económico la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos decide un incremento del 20% al salario mínimo mientras que paralelamente el Congreso de la Unión decreta un aumento de 6 a 12 los días de vacaciones de las personas que cumplan su primer año de trabajo, algo que pareciera llegar en un momento inoportuno ya si bien para el trabajador representa solo eso, para el patrón que es la otra cara de esta moneda en el Sector Privado, representara grandes implicaciones. Primero se incrementará el Salario Base de Cotización por el aumento del SMG y de la Prima Vacacional ante el IMSS e INFONAVIT y en consecuencia el pago de las Cuotas Obrero-Patronales. Segundo; el Pago del Impuesto S/Nóminas y un Tercer efecto financiero se constituye en que la prima vacacional está parcialmente exenta para efectos del ISR, pero rebasando este tope por el excedente se pagará impuesto.
Por lo que corresponde al sector público, es importante destacar que mientras sus ingresos fiscales crecerán a la velocidad de la UMA -un 8.50% aproximadamente- su gasto por los servicios personales que es el que mas peso dentro de su gasto operativo, se incrementará en un 20%, particularmente porque los contratos laborales están indexados al incremento salarial automático del Salario Mínimo y lo peor, la pensión dinámica considerada en la Ley de Pensiones de los Trabajadores al Servicio del Estado de Nayarit particularmente, hace extensivo este incremento para el personal de base sindical, lo que vendrá a ponerle mas leña al fuego del desfinanciamiento actual del fondo de pensiones. Pero mejor aún, los Gobiernos Municipales, y organismos públicos descentralizados y autónomos también son sujetos del Impuesto Estatal Sobre Nóminas -algo que debería replantearse- y consecuentemente tendrá un impacto en su presupuesto de gasto. A partir de lo antes expuesto podemos concluir que un incremento como este si no va acompañado de un aumento similar en la productividad laboral, se traduce en inflación; ya que el costo de producción tiene que trasladarse a los precios de los productos y servicios al consumidor final. aborpra@hotmail.com Consultor en Finanzas, Administración Pública y Asociaciones Público-Privadas.
