Dr. Carlos Díaz Ábrego
Ahora sí ya llego el momento donde la ciudadanía esta hasta la madre de la inseguridad. ¿Quién es el culpable? ¡Qué más da! Da lo mismo si es un tema municipal, estatal o federal. Si el delito compete al fuero local o federal. Los muertos se contabilizan por racimos, tan muerto es aquel que pierde la vida a manos de un vulgar delincuente con una navaja de por medio, que aquel que deja de respirar por una ráfaga de metralla por un cobro de cuentas o disputa del territorio por el crimen organizado.
La muerte del joven estudiante del Tecnológico de Celaya, fue un asalto a mano armada, como tantos y tantos que acontecen en ese municipio y en los 45 restantes del estado de Guanajuato y en todo el país. Ya sabemos que el maldito fenómeno de la inseguridad permea en todo el territorio nacional y que no hay autoridad alguna capaz de resolver el problema en su municipio, estado y que decir en todo el país.
Con todo y Cuarta Transformación el estado mexicano es incapaz de resolver este maldito problema y hoy más que nunca la inseguridad es tierra fértil para cualquier mugroso que quiere matar, asaltar, violar, robar o vender droga a diestra y siniestra. Es más, con la llegada del nuevo gobierno federal y los mensajes del presidente de la república, que trata de inhibir la delincuencia con feroces llamados a la cordura y moderación por parte de las mamás y abuelas de los delincuentes, el caos y desorden es peor que nunca.
Los delincuentes actúan con carta abierta y prácticamente con la “bendición” y beneplácito del gobierno del presidente López Obrador, a sabiendas de que no pasa nada y que pueden hacer lo que les venga en gana y delinquir sin ningún problema, gracias a la protección del gobierno de AMLO y sus colaboradores. ¡No pasa nada! Lo peor, es una reprimenda de sus progenitoras y como arma de destrucción masiva contra los delincuentes, una merecida llamada de atención de sus abuelas.
Mientras en Guanajuato la ola de violencia sigue y suma día a día, semana a semana tanto en el corredor industrial como en el sur, norte, oriente o poniente del estado y las autoridades locales solo cuantifican y clasifican el tipo de delitos y el número de víctimas; ante la mirada contemplativa, burlona y alegre de las senadoras, diputados y autoridades de MORENA y del gobierno federal. Mientras el pueblo y las familias guanajuatenses nos encontramos en estado de indefensión total y absoluta, bajo la mirada fría e indiferente del Ministerio Público del estado.
Los negocios y comercios de todo tipo de giro cierran ante la extorción imparable del crimen organizado que exige su cuota de inicio y la mensualidad correspondiente, para dejar trabajar a empresas y comercios que honradamente se han hecho de un capital de trabajo para instalar sus empresas. La autoridad local y federal solo llegan al lugar de los hechos a recabar evidencias de la barbarie.
La movilización política es uno de los actos y momentos más importantes a considerar para entender los fenómenos de hartazgo, fastidio, molestia y cambio de un gobierno o un sistema político. Y si este vine acompañado de la fuerza estudiantil que a su ves suma otras fuerzas, puede ser implacable e irreversible. En Celaya como en todo el estado, se cuenta ya con una comunidad política formada e informada.
Los clásicos de la ciencia política consideran el proceso de movilización como un componente central del proceso político y un medio para analizar el problema del cambio político y social en una sociedad democrática o totalitaria, entendiendo esto último como el no cambio en una sociedad que no transita por la alternancia en sus gobiernos, ocasionando una putrefacción en su burocracia y en sus instituciones.
La movilización estudiantil de Celaya, puede llevar al cambio de gobierno del partido en el poder actualmente (PAN) por una sencilla razón: la movilización fue motivada por un conflicto recurrente en la sociedad harta de ver a un gobierno incapaz, insensible e ineficaz. La crisis de gobernanza en Celaya puede verse como un reflejo de lo que se vive a diario en el corredor industrial y por ende en los otros municipios que lo componen.
¿No cree usted?