Rafael G. Vargas Pasaye
Parece que los tiempos actuales en el campo electoral conllevan forzosamente tareas de denostación, acusación y guerra sucia, o al menos son los que sobrepasan a los de propuesta y debate. Tiene lógica cuando se ha comprobado que es mucho más rápida la viralización de una nota negativa o en contra de alguien (sea cierta o no) que un logro o una distinción.
Lo mismo sucede en los gobiernos y sus campañas de comunicación, pues mientras se realizan esfuerzos por transmitir que con pocos recursos se ha hecho mucho o que tantos millones se destinaron para la construcción de una obra emblemática, la gente recuerda más la falla, la falta de pago, el bache no tapado.
Por eso, y con mayor razón, ha llamado mucho la atención un spot en Estados Unidos entre quienes compiten por la gubernatura de Utah, donde se aprecia en un fondo blanco a la derecha a Spencer Cox (Republicano) y la izquierda a Chris Peterson (Demócrata) quienes mandan un mensaje interesante de civilidad en medio de tanta polarización. Una especie de tregua que le viene bien a las campañas.
Ellos son el mensaje, lo firman como se hace en ese país, diciendo “apruebo este mensaje”, y sin temor a equivocarme creo que muchos lo aprobamos porque es necesario volver al debate y al intercambio de ideas por encima de la acusación.
Aquello de que el fin justifica los medios y más en un ámbito electoral seguramente saldrá a colación y en la conciencia de cada quien estará su actuar, pero al final de la elección sólo hay un ganador pero los conflictos tienden a perdurar, máxime con personalidades como la de Donald Trump o el ejemplo mexicano que le viene a la cabeza querido lector que descalifica por igual a intelectuales que a científicos o a periodistas y oponentes, sigo refiriéndome al norteamericano.
Para sorpresa de muchos, quizá la frialdad, por momentos rozando el aburrimiento, o el temple, que su oponente intentó encapsular como “adormilante” ha hecho que JoeBiden siga arriba en las mediciones a cada vez menos días de la elección en la Unión Americana, pero ya sabemos y más en Estados Unidos que no basta con ganar encuestas, incluso allí ni siquiera (aunque sí) con votos, sino hay que ganar en el colegio electoral.
El spot de los candidatos a Gobernador en Utah es una bocanada de oxígeno a favor de la política, de la clase política, del futuro para poder sumar, o al menos identificar nuestras intereses y coincidencias por encima de nuestras seguramente muchas diferencias.
Puede parecer en este momento algo impensable en nuestro país en el marco electoral del año entrante, pero en política todo es posible, así que no perdamos la capacidad de asombro.
@rvargaspasaye
