Javier Rodríguez Castro
El fútbol femenil en Nayarit destaca a nivel nacional desde hace algunos años. En la actualidad el ex árbitro profesional Diego Armando Guzmán trabaja con niñas en la Academia SETUAN,lugar donde las niñas acuden, aprenden y juegan fútbol sin ningún costo. Además de entrenar equipos para torneos escolares, como lo es la escuela secundaria 44 institución campeona en la Competencia Nacional de Educación Básica (CONDEBA), también la primaria Juan Escutia subcampeona nacional del Futbolito Bimbo.
Dejar el arbitraje profesional fue una decisión que le cambió la vida a Diego, quien buscó crecer profesionalmente en otro ámbito. Alejado de las canchas por más de 4 años se dio cuenta en la secundaria donde labora que existen diferentes problemas conductuales entre las jovencitas que estudiaban ahí es por eso que decide aventurarse en el mundo del futbol femenil, buscando un proyecto social que ayudara a mejorar a las jovencitas en su calidad de vida.
Para el psicólogo por profesión y entrenador por vocación, su llegada al fútbol femenil se da para generar espacios en el deporte a las mujeres, “que las niñas tuvieran la inclusión al deporte, como una forma de contribuir al desarrollo de la mujer en áreas que tienen menos oportunidades. Porque para un hombre encontrar un espacio donde jugar es muy fácil, para una niña no, es muy difícil. Primero que los hombres las acepten. Después que los papás confíen en llevarlas a un espacio, para mi era importante generar uno, donde las mujeres encontraran donde jugar”.
En Nayarit es reconocido el talento del fútbol femenil por jugadoras como Janeth Palmira Siordia, Gabriela Arias, Gabriela Álvarez, Alexia Delgado, Alisón González, todas ellas tienen algo en común, llegaron a selección nacional sin existir en el estado una formación del fútbol femenil, su talento las llevó a vestir la camiseta del tricolor.
“El futbol femenil en Nayarit, como muchas cosas en el estado, está muy desorganizado. No tiene una estructura base que permita el surgimiento de ese tipo de figuras, creo que hay cantera, pero al no tener esas condiciones dificulta mucho el desarrollo. De repente nos vemos como en océano inmenso de posibilidades pero navegando a la deriva”, es así como el actual entrenador campeón de CONDEBA percibe lo que es el fútbol de mujeres en el estado, sin una organización que ayude a la generación de nuevas figuras del balompié.
El trabajar con niñas es completamente diferente a lo que se realiza con los niños dentro de una cancha, así lo considera el estratega Guzmán, “tiene que ser muy psicológico, a diferencia de los niños, no puedes ser tan tajantes, ni tan directos con las instrucciones. Tienes que ser muy paciente, la paciencia y la tolerancia son dos valores que alguien que se dedica a trabajar con niñas deben estar presentes. Los gritos prácticamente están prohibidos con ellas, porque les generan demasiado estrés y lo manejan de una forma diferente, no por ser mujeres, sino por la poca experiencia con la que las tomas.”
Diego Armando quien tomó el ser entrenador de niñas, mientras estudiaba psicología ha complementando lo que es su carrera profesional, con lo que es parte de su pasión el entrenamiento deportivo.
“Me facilita mucho las cosas, porque me permite unificar los grupos. En deportes de conjunto, el grupo unido, sólido, te da más resultados que las individualidades. En mis equipos muy pocas veces he tenido jugadoras que destaquen en lo individual, siempre ha sido más el trabajo en bloque. El ser psicólogo me da estas herramientas para poder trabajar estos aspectos, a lo mejor si no lo fuera me costara más trabajo”.
Las emociones juegan un papel dentro de la cancha y el ser psicólogo le ayuda a Diego Armando a que sus equipos den resultados en el terreno de juego. Pero eso no es todo, porque está la parte deportiva él explica como aprendió esa parte y lo que le ayudó el arbitraje.
“En la parte física siempre tuve buenas nociones, porque estuve metido en el atletismo, aprendí mucho de mis profesores; Arturo Hermosillo y Juan Batista. En la parte del futbol, el hecho de haber estado en un nivel muy competitivo como árbitro, nos permitía mucho el análisis de los juegos y desarrollar cierta inteligencia para leer los partidos. Aprendí mucho de analizar parados tácticos a partir del arbitraje. Antes de un partido nosotros nos reuníamos y veíamos videos de los rivales, para analizar, los jugadores habilidosos, por donde juegan más los equipos. Todos esos elementos me ayudaran a mi”.
De igual forma esos no han sido los únicos métodos de aprendizaje para el entrenador nayarita, quien reconoce que el trabajar con otros estrategas le sirvió para lo que realiza actualmente. “He aprendido también de entrenadores locales que me dieron la oportunidad de estar en sus entrenamientos, como Alonso Miramontes, Guadalupe Dorado y del Profe. Hernán el popular güero cremas. Aprender de todos de cada uno he tomado lo importante, he rescatado lo que me gusta, lo que no me gusta y lo adapto a mi modo”.
A Diego le sirvió ser arbitro profesional y esa experiencia la lleva en la banca, para evitar ser expulsado por lo que es respetuoso cuando se dirige a la autoridad dentro del terreno de juego.
Tanto ser árbitro y entrenador como lo es hoy en día, tienen ciertas complejidades y Guzmán cuenta que actividad le resulta más complicada.
“Es más difícil ser entrenador, porque cargas emocionalmente con todos tus jugadores, con los papás, con las sensaciones de la gente que esta esperando te vaya bien o esperan que te vaya mal. Las frustraciones que tienes al momento de formar el equipo, al no tener los elementos que tu necesitas. Como árbitro en cambio todo dependía de uno”.
El trabajo que realiza el ex árbitro ahora entrenador, empieza a dar resultado no solo con campeonatos. Algunas jugadoras empiezan a salir y otros estados voltean a verlas para becarlas y en Diego no causa molestia, ya que ve crecimiento en lo que desarrolla como entrenador.
“Es bonito porque las ves crecer, porque representan a otro estado, ganan con otro estado pero ellas en lo individual se están puliendo, se están dando a conocer y están logrando sus objetivos. Uno quisiera que fuera acá, pero dicen que uno no es profeta en su tierra, ellas buscan destacar y al final eso es señal de que las cosas se están haciendo bien”.
Finalmente Diego cuenta lo que es su sueño en el futbol femenil “tener una academia más grande, tengo 60 niñas, he tenido más pero no tengo las condiciones para retenerlas a todas. Al final el deporte de alto rendimiento, no es que compitan en el deporte elite, si no generar personas que practiquen el deporte por mucho tiempo y verlas que ellas puedan practicar algún deporte hasta su vida adulta sería mi sueño. No aspiro a ganar torneo sino se trabaja, el trabajo es indispensable”.
Es así como Diego Armando Guzmán que alguna vez pensó ser un árbitro mundialista y las condiciones no se dieron. Hoy mediante sus estudios de psicología y la experiencia que tiene en el futbol, se encarga de formar mujeres en el terreno de juego, buscando que sean personas de bien para la sociedad.