Redacción Sentido Común
Con un talento singular, un estafador logró que una mujer le entregara más de 5 millones de pesos mexicanos para, según él “construir una casa en el cielo”. No podía ser de otra manera, ella en el nombre lleva la buena voluntad: Esperanza, quien creía en su Dios, y segura estaba de invertir en un banco celestial, el cual le otorgaría un espacio en el más allá.
Cuando la verdad salió a la luz, una de las preguntas que le hizo a Esperanza la policía de España fue porqué lo hizo, su respuesta despejó dudas: “¿Quién puede decirle que no a Dios nuestro Señor?”.
El estafador se llama Víctor, era cercano de la familia, y su método era sobre todo con llamadas telefónicas en las que imitando voces de figuras religiosas como Jesucristo o la Virgen María manipulaba a su víctima. Pero ante las sospechas, los mismos familiares revisaron las cuentas bancarias esperanzadoras y notaron la estafa. La denuncia fue hecha y Víctor ahora no tendrá perdón legal ni divino.