Dr. Carlos Díaz Abrego
Como es del conocimiento de los mexicanos y sobre todo de los guanajuatenses, para nuestra desgracia contamos en nuestro estado con un Cártel local que opera en la entidad junto con otras organizaciones delincuenciales como lo son el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa o los Zetas históricamente.
Ese Cártel local es el de Santa Rosa de Lima y su líder se llama José Antonio Yépez, alias “El Marro” un vulgar delincuente que hizo mucho dinero robando ductos de Pemex y cometiendo el delito de robo de hidrocarburos en la zona del bajío, concretamente en la intersección donde convergen los ductos de Salamanca-Celaya-Querétaro.
El famoso “huachicol” o hidrocarburo lo comercializaba directamente con empresarios de estaciones de gasolineras en toda esa región del bajío, donde varios empresarios se asociaron con “El Marro” comprando más barato el combustible, obteniendo así importantes beneficios en sus negocios y grandes quebrantos al estado, concretamente a Pemex.
Cuando algún “socio” de este vulgar delincuente no quería o dudaba en seguir comprando el hidrocarburo, las pipas las dejaban en las cocheras de las casas particulares de estos honorables empresarios, dejando muy claro con este modus operandi que o lo compraban o lo compraban. Nunca entendieron los empresarios guanajuatenses que una vez que iniciaban operaciones con este tipo de organizaciones, ya no había posibilidad de marcha atrás.
Hace un año con el famoso operativo que orquestó el gobierno federal de cerrar los ductos de Pemex en el bajío, inicio formalmente la “cacería” contra “El Marro” y toda su organización criminal, quienes al verse afectados por el gobierno que los perseguía a todas horas y cerrando el cerco a los ductos, idearon un nuevo negocio robando cajeros automáticos de diversas sucursales bancarias de Celaya, Villagrán, Salamanca e Irapuato.
También incrementaron las extorsiones a pequeños y grandes negocios cobrando derecho de “piso” a tortillerías, agencias de autos nuevos y seminuevos, tiendas de conveniencia y toda una gama de negocios formales, así como incrementaron los “levantones” y secuestros de empleados y trabajadores de todo tipo y empresarios.
José Antonio Yépez gano fama y notoriedad al ser perseguido por militares, marinos, agentes de seguridad pública del estado y todo un inmenso operativo implementado por el Estado mexicano sin éxito alguno, ya que siempre que estaba a tiro, nunca lo detenían. Fueron detenidos varios integrantes del Cártel de Santa Rosa de Lima pero hasta ahí nada más.
La semana pasada, el miércoles para ser exactos, fueron localizados y detenidos miembros que conforman la primera célula de su organización criminal, entre ellos su pareja sentimental o esposa de nombre Karina “N” logrando un duro golpe a la franja de flotación emocional del “Marro”, calificando un juez federal de legal la detención de Karina, como de las otras tres personas.
Este acontecimiento nos hace ver por fin, una luz en el presente inmediato de todos los que vivimos en este maravilloso estado llamado Guanajuato, ya que nos hace pensar que está próxima la localización y detención de este criminal y con ello la posibilidad de que disminuya la violencia en la entidad y poco a poco recobrar la paz en esta hermosa tierra.
Por supuesto que no podemos cantar victoria aún deteniendo al “Marro” y mucho menos creer que con su detención acabaran los problemas de inseguridad, de ninguna manera. El Cártel Jalisco Nueva Generación sigue creciendo y avanzando en espacios en el estado, envenenando más y más a niños, niñas, jóvenes y adultos con drogas en colonias populares como en grandes centros de diversión.
La actuación del crimen organizado ha sido un elemento importantísimo dentro del proceso de descomposición de la calidad de la democracia en nuestro país, así como también en el deterioro social que vive la comunidad en Guanajuato, como en todo el país.
¿No cree usted?
