spot_imgspot_img
InicioOpiniónADAPTARNOS A LA NUEVA REALIDAD

ADAPTARNOS A LA NUEVA REALIDAD

Publicidadspot_img


Fabiola Lara García

Más que una “nueva normalidad” lo que tenemos frente a nosotros es una realidad distinta, nueva. El mundo es un cúmulo de presiones: desde quienes piden salir a trabajar, hartos del home office; los niños que siguen tristes porque no volvieron a la escuela a convivir con sus amigos; adolescentes aburridos de las pantallas grandes y chicas y muchos etcéteras.

Tiene que quedar bien claro: nadie estaba preparado para enfrentar esta pandemia; no hay librito ni manual que seguir. Esta circunstancia en la que nos encontramos reveló lo frágil de nuestro entorno y la falta de equilibrios.

¿Cuándo vamos a superar lo peor? Nadie lo puede decir con certeza, pero es constante la idea de que en esta nueva realidad tendremos que acostumbrarnos a vivir con este joven virus, al que la ciencia moderna aún trata de entender.

La pandemia no parece nunca acabar, y no es previsible que lo haga en los próximos meses.

Entonces, debemos adaptarnos a esta nueva realidad que implica otros esquemas de educación, trabajo, compras, pagos y hasta celebración de actos religiosos. ¿Estamos dispuestos a cambiar todo nuestro estilo de vida para adaptarnos a esta nueva realidad?

El turno es nuestro. Nos toca a todas y todos. El gobierno seguirá haciendo su parte, pero adaptarnos a la nueva realidad requiere un esfuerzo y un sacrificio para todas y todos.

¿Será fácil? No. ¿Valdrá la pena? Absolutamente

Hay quienes se sienten vulnerables al depender tanto de la tecnología para todo y evitar salir de casa. Pero, también tendrá que haber un sacrificio dentro de casa.

El cubrebocas llegó para quedarse. Eso no hay que dudarlo. Hábitos que desdeñábamos como el lavado de manos correcto, no son una moda por el coronavirus, debimos haberlo tenido en el imaginario colectivo desde siempre, pero ahora se ha instalado para siempre, con la imposición que el virus ha hecho en nuestras vidas.

Aún no acaba la “primera ola” de contagio y hay que estar preparados para la segunda, que es inminente y para la cual ya debemos de estar mejor preparador para enfrentarla.

A todas y todos nos urge esa sensación de alivio que nos debe hacer sentir el levantamiento de las restricciones, mismas que esperamos con mucha ansia. El hartazgo en el encierro, está a relajar los hábitos de higiene y distanciamiento adquiridos. Ese es el punto: no relajar los hábitos de higiene y distanciamiento, estos llegaron para quedarse un largo rato porque el virus no ha sido vencido ni ha desparecido.
Los expertos sitúan la mayor probabilidad de un rebrote alrededor del próximo otoño, dependiendo de que se confirme, o no, la estacionalidad del coronavirus.

Esta mayor probabilidad no puede confundirse con una maldición o alguna cosa sobrenatural. No sólo la virulencia de esta segunda oleada que nadie puede descartar, sino también su ritmo de propagación y su extensión, dependerán de cómo se aprovechen estos meses para adaptarnos a la nueva realidad.

Publicidad
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
Related News
Publicidad