Luis Rubén Maldonado Alvídrez
El ejercicio del poder implica toma de decisiones importantes, difíciles e impopulares, por ello es importante que las y los gobernantes tengan una salud física y mental óptima además de gran capacidad para escuchar.
El siglo XX fue el último de la gran época de la retórica política. Hoy hemos transitado a los tiempos absolutos de la imagen y la inmediatez. El acceso a la información el más democrático en la historia de la humanidad; la cercanía de los ciudadanos con sus gobernantes era inimaginable hace dos décadas.
Internet vino a revolucionar la manera en que nos comunicamos, informamos y divertimos.
Esta ola revolucionaria vino a obligar a los gobernantes a acercarse a sus gobernados y algo más a lo que no estaban acostumbrados: a escucharlos.
Esta dinámica nueva trae consigo más que loas y aplausos; quejas, denuncias, peticiones. Lo cual ha generado una necesidad de estrategias muy definidas para que los instrumentos del internet, como las redes sociales, sean herramientas de gestión del gobierno, del consenso y disenso.
Es conocido de todas y todos, que hay una gran industria de la gestión de redes en comunicación política y gubernamental: community managers, creadores de contenido, influencers, entre otras novedades que están detrás de las redes quienes gobiernan. Estos tienen la tarea de ejecutar la estrategia de atención de los gobiernos en la esfera digital.
De ahí la pregunta que da título a este texto: ¿a quiénes escuchan los gobernantes?
Los usuarios de redes vierten un sinfín de interacciones en las redes oficiales, ¿llegarán alguna porción de ellas a ojos del gobernante?
Quienes dirigen los rumbos de alcaldías o gobiernos a nivel estatal o provincial, tienen como prioridad gobernar y sería inaudito pensar que tienen tiempo para navegar en Facebook, Instagram, Twitter, Tiktok o Reddit.
Estos filtros de sus equipos digitales, ¿llevan solamente los comentarios positivos? ¿Le esconden los negativos?
La realidad de las redes es una, la realidad de las calles es otra. Sin embargo son las redes sociales un vehículo importante para conocer las necesidades de la ciudadanía que no tiene manera de acercarse físicamente a una autoridad para plantear su problemática, lo hacen vía redes sociales.
Si este canal resulta ser eficaz para dar soluciones a peticiones, se puede calificar como un éxito. Pero, si se publicita mucho y no ofrece soluciones en un periodo de tiempo, de nada habrá servido presumir una herramienta que no ofrece respuestas o soluciones al ciudadano.
Así que, es muy importante que el gobernante escuche lo bueno, lo malo y lo regular en las redes sociales y en las calles.
ULTIMALETRA
Crearle al gobernante una atmósfera artificial de que todo avanza excelente y que no hay fallas, ni críticas, es la alerta máxima de que las cosas no marchan bien.
lrmaldonado@uach.mx
Consultor en Comunicación Política y Coordinador de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Chihuahua