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Gobernantes sabelotodo

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Luis Rubén Maldonado


A toro pasado es muy fácil reconocer las omisiones y errores. Eso pasa comúnmente con gobernantes que han dejado una alcaldía, gubernatura o incluso presidencia de alguna nación: la nostalgia por el poder, por la gloria, los convierte en seres permanentemente reflexivos y, poco a poco, en charlas diversas, aceptan errores y omisiones; además de lamentar que su legado no fue comprendido. 

Cuando un nuevo gobernador, alcaldesa o presidente llegan al poder, en su mente tienen una idea (a veces clara, otras no tanto) de como desean ser recordados: un presidente educador, una alcaldesa modernizadora, gobernador innovador y un largo etcétera. Sin embargo, en el pasado reciente, sus objetivos planeados, suelen no ser cumplidos por una fundamental razón: se olvidan de la comunicación y se aferran a sus ocurrencias. 

Así es. Han existido gobernantes que han ejecutado grandes obras o programas en sus demarcaciones territoriales que han cambiado la vida de miles de personas. Sin embargo, al desdeñar la comunicación de su gestión, pues carecen de estrategias y se van con el “sentir” del gobernante. El cual muchas veces tiene que ver con la “buena fé social”, es decir, que la gente va a recordar quien les trajo tal obra o programa en automático y que su legado permanecerá en sus mentes y corazones. 

En la cúspide de su poder, las y los gobernantes piensan que su gestión será eterna, olvidando que entregarán la estafeta tarde o temprano. 

En sociedades como la mexicana, a la persona que encabeza un gobierno estatal, municipal o nacional se le atribuyen toda una seria de poderes metaconstitucionales, incluidos, por supuesto, que saben todo de todo. Y se lo llegan a creer. 

La realidad es dura: ningún gobernante es sabelotodo y tiene que recurrir a equipos y herramientas diversas para tomar decisiones. En el caso de la comunicación política, existen herramientas probadas de investigación para conocer percepción y contexto como las encuestas y grupos focales. 

Por más millones de votos que haya tenido de respaldo un candidato ganador, eso no le da el súper poder de saberlo todo. Y confiar el rumbo de la comunicación en la intuición de una sola persona es un grave error. 

Percepción es realidad. Por ello el papel de la comunicación política es relevante para poder transformarla. Para hacerlo es necesario tener estrategia, y previo a eso, hay investigar, estudiar y analizar el acontecer cotidiano de las y los ciudadanos con las herramientas mencionadas líneas arriba. 

Es fundamental conocer que está en la mente y el corazón de las y los gobernados, así como entender y comprender su percepción, la cual casi siempre está muy divorciada de la del gobernante en turno. 

Con la información obtenida de la investigación se deben encontrar los conectores más sólidos y eficientes que permitan llamar la atención del público y emocionarlo con información ya presente en su mente. Ya que, muchos gobernantes se obsesionan con la idea de insertar nueva información y no aprovechan esos conectores generarle sensaciones y sentimientos.

Es decir, tanto gobernantes como candidatos, centran sus objetivos en la información dura para comunicar y muy pocas veces se preocupan en la forma de comunicarlo. 

Lo importante, la mayoría de las ocasiones no es el que sino el cómo. La historia que se va a contar y busca emocionar al público, cuya atención es lo más peleado en este momento del siglo XXI. 

Es necesario que los gobernantes tengan siempre información actualizada y una clara lectura de la percepción social para comunicar desde el gobierno de manera efectiva. 

No se pueden tomar decisiones de la comunicación desde el gobierno con base en especulaciones ni ocurrencias, pues los resultados suelen ser catastróficos. 

Actualmente la mayoría de los gobernantes quieren llamar la atención de los diferentes sectores para lograr consenso a su visión de gobierno, pero casi todos hacen las mismas cosas y no se diferencian unos de otros. Investigar de manera correcta, abrirá nuevas posibilidades para que una gestión de gobierno encuentre sus elementos diferenciadores y pueda destacar de los demás gobernantes. 

ESPRESSO COMPOL

La investigación en la campaña o en el gobierno es la mejor inversión para tener información fidedigna que permita tomar decisiones en este mundo tan cambiante en el que nos toca vivir.

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