Fabiola Lara García
Estamos a poco más de un mes para que se cumplan apenas 45 años de una reforma trascendental y poco festejada en nuestro país: la relativa a la igualdad jurídica de la mujer, que implicó reformar y adicionar tres códigos, cuatro leyes y la Constitución.
Las mencionadas reformas modificaron los siguientes artículos constitucionales:
1. a) Artículo 4: Incorporó la igualdad jurídica entre mujeres y hombres al señalarse que “el varón y la mujer son iguales ante la ley”; además reconoció el derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y esparcimiento de los hijos.
2. b) Artículo 5: Estableció la libertad de todas “las personas” a dedicarse a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode.
3. b) Artículo 30: Permitió que también las mujeres pudieran transmitir el derecho de la nacionalidad mexicana a sus descendientes cuando contrajeran matrimonio con extranjeros.
4. c) Artículo 123: Estableció la igualdad entre la mujer y el hombre, al eliminar restricciones que les limitaba a desarrollar algunos trabajos, además se estableció la protección de la mujer durante el embarazo, el derecho a los descansos para maternidad y lactancia.
Muchos años después de que en la Constitución de 1917 se estableció que: “todo individuo gozará de las garantías que otorga esta constitución…”, las mujeres no gozaron de la totalidad de estas garantías y sólo les reconoció algunos derechos y libertades.
Incluso, en el Congreso constituyente de 1917, se discutió a fondeo la posibilidad de de incluir el derecho al voto de las mujeres.
Sin embargo, la decisión fue tomada en sentido negativo por los siguientes motivos: “en el estado en que se encuentra nuestra sociedad, la actividad de la mujer no ha salido del círculo del hogar doméstico; las mujeres no sienten la necesidad de participar en los asuntos públicos, como lo demuestra la falta de todo movimiento colectivo en este sentido, solamente algunas mujeres excepcionales podrían estar interesadas y como no era posible distinguirlas lo más adecuado era excluirlas a todas”.
Sin palabras.
Fue a mediados de la década de 1970 cuando llegó el añorado cambio y a casi 45 años, hoy nuestro país ha logrado importantes conquistas como la paridad en las candidaturas a legisladoras y alcaldesas. También hay muchas más mujeres tomando decisiones en los diferentes niveles de gobierno y en los tres poderes. Se ha avanzado y mucho, pero aún quedan pendientes en materia de igualdad, que deben ser atendidos y escuchados.
Las barreras han ido cayendo, quizás no a la velocidad deseada, pero con la participación femenina en incremento, las barreras restantes, caerán con mayor rapidez.