Redacció Sentido Común
Rusia inició procedimientos legales para reconocer a la comunidad internacional LGBT como extremista y prohibir así sus actividades dentro del país.
El clima preponderante en Rusia de homofobia generalizada es promovida por el Estado.
Si entrara en vigor esta propuesta dejaría a todas las personas LGBT de Rusia a merced de las medidas arbitrarias de las autoridades. Sería un delito cualquier paso en defensa de los derechos LGBT. Podría encarcelarse a personas por cargos infundados de extremismo si el Estado sencillamente las considera parte del denominado ‘movimiento público internacional LGBT’.
Incluso los símbolos como la bandera arcoíris podrían prohibirse por considerarse extremistas.
En noviembre de 2023, el Tribunal Supremo de Rusia, a pedido del Ministerio de Justicia, ilegalizó el movimiento internacional al considerarlo una “organización extremista”.
El juez Oleg Nefédov fue quién dictaminó “reconocer el movimiento internacional cívico LGBT como una organización extremista y prohibir sus actividades en territorio de Rusia”. Esta medida prohíbe la propaganda, la publicidad, el generar interés y animar a integrar el colectivo LGBT.