Luis Rubén Maldonado Alvídrez
He tenido la oportunidad de entrevistar a Marco Bonilla en varias ocasiones en el último año, desde que comenzó a moverse para alcanzar la nominación panista a la presidencia municipal. Ha sido una travesía difícil, llena de obstáculos, y que estuvo cuesta arriba, casi siempre.
Pero, Bonilla no dejó de trabajar en pos de su objetivo.
Ha sido sumamente hábil para sumar; en contraste con el político tradicional que es experto en dividir. Su evolución de un año a la fecha, ha sido mayúscula y hoy se asume como el líder del proyecto panista en la capital del estado, joya de la corona para el proyecto estatal de Maru Campos.
En la última semana, ha llamado la atención como el panismo, ha unificado su voz en un solo mensaje: lo que importa es Chihuahua.
Es un mensaje muy acertado para los tiempos en que vivimos por la pandemia, que nos ha hecho volver a valorar ciertas cosas a las que no les dábamos el valor justo, y una de ellas no son los pleitos entre políticos.
Estamos hartos del pleito de Javier Corral contra Maru Campos. Ojalá la enjundia que pone en destruir, Corral la pusiera en construir, pero se le acabo el tiempo y seguirá en la tesitura destructiva.
¿Por qué destaco el mensaje que utiliza Bonilla y el PAN en la capital?
Precisamente porque se aleja totalmente del mensaje constante de destrucción, difamación y diatriba de Javier Corral y sus secuaces (¡Saludos, Lucha y Víctor!), al hacer un llamado a la conocordia, la unidad y dejar en claro que comparte intereses con la comunidad de la capital del estado.
Lo interpreto como más que una frase, sino como resultado de escuchar a la gente; gente que quiere que los políticos de preocupen por dar soluciones a sus problemas cotidianos y no echar un rollo técnico y confuso.
Pero, también, debe convertirse en una convicción. Ya que, al decir, lo importante es Chihuahua, engloba lo que la ciudad contiene: su gente, cada persona, hombre, mujer y niño, la historia que los chihuahuenses hemos escrito, en las calles, banquetas, parques, cerros, escuelas de la gran señora del desierto.
Bien por Bonilla y su mensaje. Bien por los panistas que lo han abrazado, ¿se animarán los demás partidos a seguir este mensaje?
Pues, quien no comparta este mensaje, es absolutamente mezquino e indolente y de eso, ya estamos cansados en el estado
ULTIMALETRA
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