Redacción Sentido Común
Esta mañana entró en servicio el nuevo sarcófago que busca mantener aislada la central nuclear de Chernóbil, por lo menos otros 100 años.
El nuevo arco protector de más de 30 toneladas de peso, puesto sobre el cuarto reactor que explotó en el accidente nuclear de Chernóbil ocurrido el 26 de abril de 1986, remplazará el recubrimiento que había sido puesto meses después del siniestro. Éste último ya presentaba grietas que cubrían una superficie cercana a los 1000 metros cuadrados.
Durante la inauguración del arco protector, el presidente ucraniano Vladimir Zelenski anunció planes para convertir el lugar en una zona abierta y un «imán científico y turístico». «Tenemos que convertir nuestro problema en una ventaja. El objetivo es transformar la zona de exclusión en uno de los puntos de crecimiento de Ucrania».
Por su parte, Antón Úsov, representante del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), explicó a través de Facebook que de los 1.500 millones de euros que recaudó la comunidad internacional para implementar el proyecto, 700 millones de euros fueron aportados por el banco.
Con la instalación de este nuevo sarcófago se podrá desmantelar el recubrimiento original, detalló Úsov.