Daniela Gurrola
A primera hora del día recibí una llamada: “Ya detuvieron al Doctor y ahorita es la audiencia, la señora ya está informada pero anda trabajando limpiando una casa y no pudo pedir permiso, pero dijo que te dijéramos para ver si puedes ir”.
Cubrir una audiencia es particularmente diferente al resto de noticias que se cubren, no te permiten meter grabadora ni celular al recinto, solo libreta y algo con que anotar, así que esto es lo que captaron mis ojos y oídos sobre el caso de quien fuera coordinador de salud mental del Hospital General de Tepic, y quien tuvo su última checada como trabajador del nosocomio el día 15 del presente mes ya que la mañana siguiente escribió un mensaje vía WhatsApp despidiéndose de sus compañeros de trabajo informándoles que el 11 de marzo había iniciado su trámite de jubilación, agradeciendo el compañerismo, su apoyo y que pronto les diría quien quedaba en su lugar.
Poco antes de las once y media de la mañana, en la sala de espera del Centro Regional de Justicia, entre los presentes se encontraba una mujer con uniforme quirúrgico color lila, todo indicaba que era la esposa del médico psiquiatra acusado de violación, ella acompañada de una mujer más joven, a quienes se acercaron dos hombres más, al inicio de la audiencia supe que uno de ellos era el abogado del presunto culpable.
La audiencia de formulación de imputación estaba programada a esa hora de este jueves diecisiete de marzo. Puntuales, dejaron entrar al público que asistiría a la sala numero 1, del lado del acusado sólo entró un hombre, la mujer que aparentemente era la esposa del psiquiatra permaneció en la sala de espera.
Al entrar a la sala el escenario de frente el juez, de un costado el presunto culpable acompañado de su abogado. Del otro lado tres mujeres, dos de ellas ministerios públicos de la Fiscalía General del Estado de Nayarit, y la asesora jurídica particular de la víctima, ésta última no se encontraba presente ya que le fue notificado momentos antes de dicha audiencia y ella se encontraba en su trabajo, es trabajadora doméstica y su ingreso es por día.
A las 12:17 inició la audiencia. Pensativo, la mayoría del tiempo con la mirada hacia un punto fijo, a un costado su abogado defensor y junto a él, de pie todo el tiempo, un agente de seguridad, el acusado vestido con una sudadera gris que en la parte superior de la espalda se podía percibir el símbolo de psiquiatría y en pequeñas letras “USAME” las siglas de la clínica del cual es propietario.
Con su cubreboca siempre puesto pocas reacciones se le podían apreciar, mientas las abogadas de ministerio público de fiscalía daban lectura a las declaraciones de la víctima y se iban describiendo paso a paso los hechos, la mirada del acusado era por momentos en el piso, o al frente pero fija, una que otra ocasión cerraba sus ojos, sus manos tocaban su cubreboca constantemente.
Todas estas acciones pasaban mientras se daba lectura a la declaración que la víctima presentó el año pasado, en agosto de 2021, fecha en la cual la fiscalía del estado inició las investigaciones.
Dentro de las pruebas que presentaron las abogadas había estudios psicológicos realizados por el personal de la misma fiscalía, cuyo reporte señalaba: “afectaciones conductuales que se asocian con personas que han sufrido violación sexual”; por su parte, el dictamen médico ginecológico igualmente realizado por personal de fiscalía decía: “presenta un himen roto no reciente”.
Como pruebas también se anexaron cuatro entrevistas, una de ellas del ex esposo de la víctima, otra con el propietario de un Centro de Rehabilitación de alcohólicos y drogadictos, pero las que más me llamaron la atención fue la de dos psicólogas trabajadoras del sector salud, una de ellas señalaba que “ya tenía antecedentes de pacientes con la misma situación que la víctima, que ella en varias ocasiones les indicó que denunciaran pero por miedo no quisieron”.
De acuerdo al reporte presentado por las abogadas sus investigaciones coindicen con las declaraciones de la víctima, por ejemplo las fechas en las que ella tuvo internado a su hijo en un centro de rehabilitación, ya que su hijo en 2013 fue detenido y se le solicitó un examen médico que acreditaba su situación mental, dicho dictamen médico fue firmado por el médico psiquiatra acusado.
Por todas las pruebas presentadas ante el Juez de Control, las abogadas de la víctima solicitaron el auto de vinculación a proceso para quien hasta hace unos días era el coordinador de salud mental del Hospital General de Tepic. El Juez de Control informó al acusado que tenía derecho de solicitar la duplicidad del término constitucional para que se le resuelva su situación y en ese lapso el pueda exhibir pruebas a su favor, por lo que el acusado se apegó a ese derecho. Se determinó la aplicación del plazo para el martes 22 de marzo, periodo en el que el médico psiquiatra permanecerá en prisión preventiva oficiosa.
Quiero destacar que las tres mujeres abogadas de la víctima antes de terminar solicitaron ante el juez acceso para juzgar con perspectiva de género, haciendo hincapié en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, así como énfasis que Nayarit y el municipio de Tepic cuenta con alerta de género activa actualmente, por lo que destaca más la obligación de las autoridades a la erradicación de violencia contra las mujeres en el estado.