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Vanidad presidencial

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Rubén Aguilar Valenzuela

El Diccionario de la Lengua Española define como “Vanidad” la “Arrogancia, presunción, envanecimiento” y propone como sinónimos la “presunción, jactancia, vanagloria, soberbia, engreimiento, altivez, altanería, orgullo, petulancia, pedantería, fatuidad” y como contrario a esto la “humildad, modestia”.

Integrantes del equipo de producción de la comparecencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, que se articula en el marco de la estrategia de lo que se conoce como campaña permanente, me han comentado lo que todos los días sucede detrás de bambalinas, del escenario, de este evento presidencial que todos los días tiene lugar de lunes a viernes.

La presidenta dedica un tiempo considerable para ser maquillada antes de salir a escena y en los seis meses que lleva de gobierno ha cambiado en varias ocasiones de maquillista porque no le gusta como hacen su trabajo. Sigue en búsqueda de alguien que la convenza. Considera que su rostro puede lucir mejor antes de salir a cuadro.

Ella, al terminar la comparecencia mañanera, ve la grabación de la misma y es “muy habitual” que manifieste molestia e incluso enojo por la manera que las cámaras han tomado su imagen.

La presidenta no se reúne con el equipo de producción, pero envía a Paulina Silva Rodríguez, que se ha desempeñado como titular de la Coordinación General de Comunicación Social de la presidencia de la República, quien a su nombre presenta su descontento con el trabajo.

En el espacio donde ocurre la mañanera se han cambiado las luces, para que la iluminación sea más interna y se eviten sombras. Se consideró la posibilidad de cambiar todos los equipos técnicos para obtener una mejor imagen de la presidenta, pero hasta ahora esto no ha prosperado.

Por lo pronto ha ganado la posición de quienes consideran que los equipos con los que se cuenta son de lo mejor y que también lo es el tipo de iluminación que se utiliza en el escenario donde tiene lugar la comparecencia diaria de la presidenta.

Me dicen también que por lo menos una vez al mes se aparece Epigmenio Ibarra, que se reúne con el equipo de producción para hacer señalamientos y dar orientaciones. No saben si existe un contrato con su empresa o a título personal o el trabajo lo hace como voluntario de la causa.

A lo largo de los años he dado entrenamiento en medios, en México y Centroamérica, a más de 200 personas entre ellas a presidentes, primeras damas, ministros, gobernadores y presidentes municipales, y doy un curso sobre el tema en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

De lo que me han dicho los integrantes del equipo de producción de la comparecencia mañanera de la presidenta se ve la importancia que ella da a su imagen y a la proyección de la misma en los medios de comunicación. De manera consciente se asume como una actriz. ¿El cuidado de su imagen deriva de una estrategia de comunicación o de la vanidad?

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