Redacción Sentido Común
Cuando las temperaturas alcanzaron los 48.3 grados centígrados en Phoenix, los médicos del Centro Médico Valleywise Health vieron a un paciente cuya temperatura interna era de al menos 43.3 grados, el máximo registrado por sus termómetros.
Con la necesidad de enfriar al paciente lo más rápido posible, el equipo médico de emergencia recurrió a una técnica que habían diseñado y perfeccionado ellos mismos: sumergir a la persona en una bolsa para cadáveres llena de hielo. Funcionó.
En menos de media hora, la temperatura del paciente bajó a aproximadamente 38.8 grados, lo suficientemente baja como para continuar con el tratamiento y la observación. Al día siguiente, el equipo médico tuvo que sacar una nueva bolsa para cadáveres.
En todo el mundo, este mes de julio ha sido récord: el resultado de una intensificación de El Niño en el Océano Pacífico, superpuesta a un empeoramiento del cambio climático.
Los impactos son especialmente severos en Phoenix, la zona cero del calor extremo en Estados Unidos. La ciudad ha experimentado 25 días consecutivos con temperaturas de al menos 43.3 grados, un récord. Por la noche, las temperaturas han rondado los 32.2 grados.
En julio, los dos hospitales Valleywise en Phoenix trataron diariamente a pacientes con enfermedades causadas por el calor, dice Comp. En el condado de Maricopa, que incluye a Phoenix, las autoridades confirmaron 18 muertes relacionadas con el calor este año y están investigando 69 más.
