Redacción Sentido Común
El presidente Trump anunció que pausaría sus aranceles recíprocos para la mayoría de los países durante los próximos 90 días, dando marcha atrás en su política que había desplomado los mercados y amenazado con trastocar el comercio mundial. Sin embargo, Trump afirmó que su pausa no incluía a China, y anunció que, en su lugar, aumentaría los aranceles a sus exportaciones al 125% después de que Pekín anunciara una nueva ronda de represalias.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo que el nivel arancelario se reduciría a un 10 por ciento universal, una reducción significativa para muchos países.
El cambio de tendencia, que provocó que el S&P 500 subiera más del 7 % en cuestión de minutos, siguió a otro día vertiginoso. Los últimos aranceles de Trump afectaron a casi todos los socios comerciales de EE. UU. con nuevos gravámenes y elevaron los impuestos de importación a los productos chinos al 104 %. Pekín anunció entonces aranceles adicionales a las importaciones procedentes de Estados Unidos, por un total del 84 %, que entraron en vigor a las 12:01 p. m., hora del este.
Poco antes, los estados miembros de la Unión Europea votaron a favor de aprobar contraaranceles contra Estados Unidos, que entrarían en vigor el próximo martes, su primera respuesta a los gravámenes de Trump. Documentos revelaron que se aplicarían aranceles del 25 % a una amplia gama de productos importados de Estados Unidos, incluyendo productos tan diversos como el maíz y el vidrio plano. El bloque afirmó que sus contramedidas «pueden suspenderse en cualquier momento, si Estados Unidos acepta un resultado negociado justo y equilibrado».
