Redacción Sentido Común
Investigadores sudafricanos fabricaron ladrillos utilizando orina humana en un proceso natural que involucra colonias de bacterias, lo que algún día podría ayudar a reducir las emisiones que producen el calentamiento global al hallar un uso útil para un producto de desecho.
Los ladrillos grises, que no tienen mal olor, se producen en un laboratorio en un período de ocho días, utilizando orina, calcio, arena y bacterias. Durante el proceso también se producen fertilizantes.
Los bloques se fabrican utilizando la urea, un químico que se halla naturalmente en la orina y también es sintetizado en todo el mundo para hacer fertilizantes. El proceso de producir ladrillos a partir de la urea ha sido probado en Estados Unidos con soluciones sintéticas, pero los sudafricanos utilizaron orina humana real por primera vez, dijeron los investigadores.
“Literalmente, todos los días orinamos esto y lo tiramos a las redes de alcantarillado”, dijo Dyllon Randall, del departamento de ingeniería civil de la Universidad de Ciudad del Cabo y que participó en el equipo que desarrolló el ladrillo. “¿Por qué no mejor recuperar esto y hacer múltiples productos?”, agregó.
Los bioladrillos son creados a través de un proceso similar al que produce naturalmente los arrecifes de coral. La arena es colonizada con bacterias que producen la enzima ureasa. La enzima descompone la urea en la orina, a la vez que produce la sustancia carbonato de calcio a través de una reacción química compleja.
Se puede producir ladrillos o columnas de cualquier forma. El proceso se realiza en una habitación a temperatura ambiente, lo que reduce el dañino dióxido de carbono que se emite cuando los ladrillos regulares son cocidos en hornos.
Un obstáculo que impide la producción en masa es que los ladrillos utilizan enormes cantidades de orina. Para hacer un bloque se necesitan unos 20 litros de orina, un par de semanas de visitas al baño para un adulto promedio.
“La obtengo del baño de hombres frente al laboratorio. Pongo un pequeño letrero y todos los chicos de la universidad contribuyen a mi investigación”, dijo Suzanne Lambert, quien demostró el concepto de la investigación al fabricar el primer ladrillo.