Redacción Sentido Común
Que la persona sentada a tu lado abra de más las piernas, no solo es incómodo, también es una violación al espacio personal.
Y aunque todo, absolutamente todo, está mal con el manspreading, los hombres suelen poner pretextos para no cerrar las piernas.
Algunos dicen que se lastiman los testículos y otros, que necesitan tener su zona íntima ‘fresca’ para favorecer la producción de esperma, sin embargo, está biológicamente comprobado que sentarse con las piernas cerradas no les causa ningún daño.
Aún así, sigue siendo un problema al que ls mujeres se enfrentan todos los días. Por ello, Laila Laurel, de 23 años, creó una inusual silla a la que nombró ‘Una solución para el manspreading’ cuya función es que los hombres permanezcan con las piernas cerradas.
Con información de www.luisguillermodigital.com