Luis Guillermo Hernández
A nivel mundial se habla del fenómeno de las redes sociales. Su influencia va desde la publicidad, el marketing político e incluso el periodismo. Incluso su llegada, aunada a la crisis editorial que se vive en todo el mundo como consecuencia del internet, ha generado voces apocalípticas que hablan del fin del periodismo tal y como lo conocemos.
¿Pero en realidad el periodismo, definido por Gabriel García Márquez como el mejor oficio del mundo está próximo a llegar a su fin? ¿La inmediatez de las redes sociales superará el rigor del periodismo? en lo personal no lo creo. Sin embargo, los nuevos tiempos exigen la constante actualización y aprender a usar los nuevos formatos.
Esa visión apocalíptica me remitió inmediatamente a Enrique Vila-Matas y su novela “Dublinesca”. Donde el autor nacido en 1948 en Barcelona nos cuenta la historia de Samuel Riba, quien se considera el último editor literario y quien ha perdido el sentido la vida, si es que alguna vez lo tuvo, desde que se retiró.
La trama de la novela puede parecer sencilla pero no lo es. Samuel Riba un buen día tiene un sueño premonitorio que le indica que el sentido de la vida está en Dublín por lo que convence a varios amigos a viajar a esta ciudad a lo que él llama el funeral de Gutenberg, el funeral de la imprenta por “culpa” del internet.
En este contexto vale la pena recordar que hace un par de semanas el emblemático periódico español El País, anunció la venta de su rotativa. La edición del domingo 17 de diciembre fue la última que se imprimió en las rotativas del diario. Desde esa fecha el periódico se imprime en unos talleres externos conjuntamente con otros medios.
Esta decisión fue explicada por Antonio Caño, director de El País de la siguiente forma: “Era evidente desde hace tiempo que la transformación digital iba a exigir un cambio del modelo industrial de producción de los periódicos. Hoy, cuando el mayor volumen de lectores de los periódicos proceden del ámbito digital y la caída de difusión de las ediciones de papel es constante en todas las cabeceras y en todos los países, ha dejado de tener sentido la existencia de una rotativa exclusiva para cada periódico. Es preciso buscar otras fórmulas que se ajusten mejor a la dimensión que hoy tienen las ediciones de papel, incluso para intentar prolongar la vida del papel. Y es preciso destinar esfuerzos y recursos a donde realmente están los lectores y el futuro, en las nuevas plataformas tecnológicas”.
Sin duda apostar a las nuevas tecnologías es lo correcto siempre y cuando se privilegie el buen contenido y el rigor en la información.
Es un hecho que las herramientas de la era digital ayudan a los ciudadanos a tener más participación en ámbitos como la política y a estar informados sin una mediación. La desventaja es que no siempre estas fuentes son veraces ya que la noticia viaja de una pantalla a otra sin ser corroborada con otras informaciones, además de que no todos los sectores gozan de esta nueva tecnología aún.
En todo el País hemos sido testigos de cómo un rumor no confirmado sobre algún hecho violento, denuncia de corrupción o escándalo se propaga en las redes sociales destruyendo la imagen de actores de la vida pública de ahí la importancia de confirmar los hechos.
El 2018 será un año electoral donde habremos de elegir nuevo presidente de la república, además de que en Coahuila habremos de renovar alcaldías y elegir a diputados y senadores, de ahí que podamos anticipar la proliferación de Fake News en los próximos meses. Por lo que es importante confirmar la veracidad de las páginas que difunden información al mismo tiempo que los medios evolucionan para ofrecer mejores contenidos a su audiencia.
En Estados Unidos las Fakes news fueron clave en el triunfo de Donald Trumpaunado a su buen manejo de Twitter. Las redes sociales serán una herramienta fundamental en el próximo proceso electoral que obliga a los ciudadanos a consultar varias fuentes pero también a los medios a presentar mejores contenidos. Feliz Año Nuevo y sin duda 2018 será un año de grandes retos.
@lharanda
