Redacción Sentido Común
Gustavo Adolfo Guerrero, fiscal de Nuevo León, renunció a su cargo este miércoles 5 de octubre con el objetivo de abrir la puerta a “nuevos retos profesionales”. Esto a dos años de concluir su periodo.
A través de una misiva enviada al Congreso local, el funcionario señaló que su dimisión al cargo llega como parte de su proceso de jubilación tras haber cumplido más de 40 años como servidor público en Nuevo León.
“A lo largo de estos años de servicio público, he transitado con orgullo por distintos encargos y tareas, en los que concentré mis más altos esfuerzos, siempre en pro de la justicia y el Estado de Derecho, teniendo como principal motivación el amor a mi Estado y a mi país”, señala el documento.
Gustavo Adolfo Guerrero mencionó que a lo largo de su trayectoria siempre tomó en cuenta tres pilares fundamentales. El primero de ellos es la reingeniería de los procesos sustantivos, acompañada de estándares de calidad internacionales; el segundo, el uso de tecnología de vanguardia y el tercero la conformación de equipos de servidores públicos capacitados.
Destacó que a lo largo de sus labores, sobre todo como fiscal de Nuevo León, siempre trabajó y dio lo mejor para resolver las problemáticas que aquejan a la sociedad, y puso por delante la misión de poner en marcha la primer Fiscalía totalmente autónoma en México y la consolidación de un nuevo modelo de investigación.