Redacción Sentido Común
Los padres del pequeño Luis Eduardo, quien fue envenenado accidentalmente por su abuela pensando que era jarabe para la tos, le otorgaron el perdón a la señora delante de las autoridades ministeriales de la Fiscalía General de Coahuila.
Tras las indagatorias realizadas por las agencias de servicios periciales y de investigación criminal confirmaron que la muerte fue accidental debido a que la acción cometida por la implicada no fue dolosa ni ventajosa sino meramente circunstancial.
La liberación de la señora estará a cargo de las autoridades ministeriales y no de un juez de control.
