Por/ Víctor Estrella
Habernos enfocado dentro de una zona de confort comercial con Estados Unidos tiene un costo de oportunidad: no preferimos hacer negocios con centro y sur América con clara ventaja a nuestro favor, lo cual nunca fue una dicotomía, siempre tuvimos ambas opciones y preferimos la más cómoda y cercana.
Sin embargo, para algunas empresas que vieron más allá de la inmediatez geográfica y cultural del norte, que conquistaron y abrieron mercados internacionales, las opciones se han mantenido, las han aprovechado y saben que aún pueden voltear al sur, sí y sólo sí, ahora pensamos adecuadamente los objetivos, alcances y límites comerciales y de negociación.
A la sazón, es bueno tener un “plan B” y es todavía mejor pensar en más opciones; aún la opción de una salida por berrinche ajeno del Tratado de Libre Comercio en una transición al comercio en el marco legal de la OMC sería muy buena para nosotros. Más aún, podemos hacer nuestra palabra más valiosa y con mayor poder de negociación (Michael Porter) porque el respeto es la moneda de liderazgo (Larry Summers) y el victimismo trata de responsabilizar al otro de su propia condición o derrota, trata de sacar mayor ventaja vía chantaje; la oportunidad invaluable e histórica, con autoridad moral es decir: “levántate y anda… a negociar como adulto”.
