Gerson Hernández Mecalco*
Ningún asteroide golpeará la tierra —por ahora—. Sin embargo, las mentiras de qué sucedería se propagaron más rápido que la verdad. Páginas web de todo el mundo difundieron que el asteroide gigante «2007 FT3» impactaría nuestro planeta el tres de octubre, provocando un cataclismo. Ahora sí que dicen los que saben, como los de la NASA, que las posibilidades de que el asteroide impacte la tierra son del 0,0000092%, es decir, de una entre 11 millones, un número afortunadamente tan ridículamente bajo que en la práctica es igual a cero. ¡Uff! Pero mejor vamos por partes:
Existe una preocupación mundial por las noticias falsas y la posibilidad de que puedan influir en el bienestar político, económico y social. Para entender cómo se difunden las Fake News los científicos Soroush Vosoughi, Deb Roy y Sinan Aral del Instituto Tecnológico de Massachussets analizaron 126 mil rumores difundidos por tres 3 millones de personas en Twitter de 2006 a 2017. El resultado del análisis es que el 1% de las noticias falsas se difunden entre mil y cien mil personas, mientras que las noticias verdaderas rara vez llegan a más de mil personas. El sentido de novedad y las reacciones emocionales de los receptores pueden ser responsables, de las diferencias en los efectos.
El estudio se publicó en la revista Science, fundada en 1880. Esta publicación es líder mundial en noticias científicas de vanguardia ( shorturl.at/ACLO2 ). Se afirma que “nuestras economías tampoco son inmunes a la propagación de la falsedad. Los rumores falsos han afectado los precios de las acciones y la motivación para inversiones a gran escala”. Por ejemplo, un falso tweet donde se afirmó que el ex presidente de los EEUU Barack Obama resultó herido en una explosión, afectó el valor de las acciones de $130 mil millones de dólares.
En el mismo estudio se muestran los resultados de un análisis a cuatro mil rumores difundidos en Facebook, donde se centraron más en cómo la verificación de los hechos afecta la propagación de rumores, que en cómo la falsedad difunde de manera diferente a la verdad. Los autores recomiendan verificar la información a través de estas organizaciones independientes de verificación de hechos como: snopes.com, politifact.com, factcheck.org, truthorfiction.com, hoax-slayer.com y urbanlegends.about.com Recomiendan que la forma de comprobar Fake News es analizar el título, el cuerpo del texto, y el veredicto (verdadero, falso o mixto), etcétera.
¿Cuándo hay más Fake News? El número total de rumores falsos alcanzó su punto máximo al final de 2013 y 2015, fechas correspondientes a las últimas elecciones presidenciales de los EE. UU. En ese país los comités del Congreso sobre información errónea se han centrado en el papel de los bots en la difusión de noticias falsas, y concluyen que el comportamiento humano contribuye más a la difusión diferencial de la falsedad y la verdad que los robots automatizados. En otras palabras, los humanos mentimos más que los robots. Esto implica que las políticas de contención de información errónea también deben enfatizar las intervenciones conductuales en lugar de centrarse exclusivamente en reducir el uso de bots. Comprender cómo se propagan las noticias falsas es el primer paso para contenerlas. Pero bueno, podemos estar tranquilos porque ningún asteroide golpeará la Tierra —por ahora—, bueno eso espero.
*Comunicólogo político y académico de la FCPyS UNAM, @gersonmecalco