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MÁS APUNTES SOBRE EL SON DE LA NEGRA

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Rubí Macari

 

No podríamos continuar el análisis de “El son de la Negra” sin mencionar la historia de la versión que existe en Nayarit contada por J. Jesús Carranza Díaz en su libro “La historia detrás de la Musa” donde nos dice que los compositores del Son de la Negra son los hermanos Fidencio Lomelí Gutiérrez, autor de la letra y Alberto Lomelí Gutiérrez (1901-1955) dedicada a Albina Luna Pérez (1911-2000) apodada “La Negra”. Fidencio se encontraba enamorado de ella, pero al no ser correspondido le compuso y dedicó esta canción. Por tanto, se indica, que su origen es de Tepic, Nayarit.

 

Sin afán de hacer juicio, siempre con el debido respeto a esta historia local, y a manera de homenaje a sus personajes, sin duda podemos seguir apreciando y admirando a “El Son de la Negra” como símbolo nacional que representa a nuestro país a nivel mundial y que además coloca a nuestro estado y a nuestra ciudad de Tepic en foco nacional e internacional.

 

El origen documentado de El Son de la Negra, en la investigación del maestro Jesús Jáuregui, especialista en mariachi e investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sitúa su composición hipotéticamente en la época de la Independencia de México o posterior a ella entre 1821 y 1827.

 

Jáuregui, realizo esta investigación para la introducción del disco número 55 de la colección Testimonio Musical de México. Con el título “El son mariachero de La Negra, de gusto regional independentista a aire nacional contemporáneo».

 

En él explica, que El son de la negra, se convirtió en una pieza popular hasta 1940, cuando Blas Galindo alumno de Carlos Chávez, ambos músicos representantes de la época de la música nacionalista, le hizo una serie de arreglos para poder ser presentada con una orquesta de cámara.

 

A petición del maestro Carlos Chávez, quien le comunicó a Blas Galindo que iba a hacer un concierto en Nueva York y le pedían que presentara música representativa de distintas regiones del país. Blas Galindo que había crecido escuchando música de mariachi tradicional, hizo una recopilación de sones, así nació, Sones de mariachi, incluyendo en ella “El Son de La negra”.

 

El día de la presentación pusieron el mariachi en el centro y así la gente pudo ver en Nueva York un mariachi dentro de un conjunto de cámara. Fue un éxito, y le pidieron al maestro Carlos Chávez que los grabara. Por ello, a fines del siglo XX, El son de La Negra, queda en el gusto popular nacional e internacional, como pieza representativa del sentir mexicano.

 

Otro dato curioso, mencionado por Jáuregui, es que El son de La Negra fue registrado en la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) bajo la autoría de Rubén Fuentes Gasson y Silvestre Vargas Vázquez, líderes del Mariachi Vargas de Tecalitlán en los años 1940 y 1950, aunque según la investigación de Jauregui, el origen de las coplas proviene de un siglo atrás.

El son de la Negra representó a todo el continente americano en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, China, a cargo de la interpretación de la agrupación femenina Mariachi Mujer 2000, de Los Ángeles, California.

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