#SimplesDeducciones
Juan Chávez
A Gerardo poco «lo mascan» en su casa, bueno en especial su papá. El motivo es muy sencillo, Jerry como le dicen desde niño decidió andar en el gusto de la música y su papá quería heredarle una base sindical y para ello, debía estudiar medicina, Gerardo se opuso y la familia si bien no lo rechazó totalmente tampoco encontró el apoyo que él hubiera deseado para viajar a muchas otras partes del país y del mundo y aprender lo que él dice le apasiona, aunque acepta que lo que ha ganado esporádicamente en efecto, no le alcanza para vivir.
Recuerda que su novia por varios años, hija de una pareja de buena abogados, lo dejó cuando la presionó su familia a que lo hiciera porque auguraron que el futuro no sería exitoso y confortable, «yo intenté hablar con sus papás y sí me recibieron pero rápido me dijeron que ellos querían lo mejor para su hija, alguien que respondiera a las expectativas de seguridad económica hogareña y que además, le pudiera proporcionar a ella una vida sólida y pues con lo que yo había elegido, en definitiva no podría ser así».
A la chica la mandaron a Monterrey y hoy a decir de Jerry, está casada con un empresario de bienes y raíces y le va bien en su vida de madre y esposa. Después de esto Jerry ha intentado establecer una relación de pareja con alguna mujer pero ha sido difícil, «mi precaria situación económica, no he logrado crecer o desarrollarme como yo pensé que podría ser, mi familia me pidió que dejara el hogar de siempre y costeara mis gastos, es cierto que tengo ya 37 años bueno casi 38 pero aun así pues yo le he buscado cómo salir adelante».
El papá de Gerardo ya pensionado dice que le dolió mucho la decisión que su hijo tomó, «yo le propuse en aquellos días que estudiara medicina y buscara la forma de seguir también sus gustos pero se negó. Yo con toda el alma me hubiera gustado equivocarme y que me hiciera tragarme mis palabras pero no, ahí está sin un peso en la bolsa, arrimándose con amigos que sólo lo aguantan unos días y le piden que deje el lugar. Yo no iba a mantener sueños de por vida, pudo haberlo hecho a la par pero no y lo siento y lo puedo decir porque él ya lo sabe. De lo poco que logramos hacer entre mi esposa y yo en nuestra vida para él no hay nada estipulado a la muerte mía porque lo primero que va a hacer es vender para seguir patrocinando algo que nunca le va a dar para vivir».
Añade que sus otros hijos (3 más) son gente de carrera forjada, hoy tienen hogares consolidados con trabajo y familia, «vidas que fueron libres de decidir en su momento pero en un camino de provecho», la madre de Jerry sentada al lado de su esposo asiente con mirada triste y comparte la idea de que su hijo no tomó una buena decisión.
Tras conocer la historia de esta familia me pongo a valorar qué es lo más importante y veo las versiones desde ambos lados, considero que ambos tenían razón en su momento, que los errores todos los cometemos pero que la vida siempre nos brinda una segunda y hasta una tercera oportunidad para rectificar el camino. Creo que sí aún ambas partes están con salud y poder de decisión, conciliar está permitido pero para ello ambos deberán poner de su parte; y tú, ¿Hasta dónde apoyarías los sueños de tus hijos? Mándame tus comentarios, dudas y sugerencias a mi Facebook Juan Félix Chávez Flores o a mi correo electrónico juanfechavez@gmail.com